La patinadora española Laura Barquero, que fue finalista en los recientes Juegos de Invierno de Pekín 2022 formando pareja con Marco Zandron, ha dado positivo en un control de dopaje durante la competición olímpica y su caso queda pendiente del contraanálisis que la deportista tiene derecho a solicitar, anunció este martes la Agencia Internacional de Pruebas (ITA, por sus siglas en inglés). «La ITA informa que la muestra tomada a la patinadora española Laura Barquero Jiménez ha dado un resultado analítico adverso por la sustancia prohibida Clostebol metabolito 4-chloro-3α-hydroxy-androst-4-en-17-one, de acuerdo con la Lista Prohibida de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA)», anuncia el comunicado de la ITA.
La muestra fue depositada por la patinadora española en un control de competición el 18 de febrero pasado, después del programa corto de la modalidad de parejas, y el resultado del análisis comunicado tres días después por el laboratorio de Pekín, homologado por la WADA. «La deportista ha sido informada del caso y tiene derecho a solicitar el análisis de la muestra B», añade la ITA, que anunció que ahora trasladará el caso a la división antidopaje del Tribunal de Arbitraje Deportivo (RAS ADD) «para su adjudicación bajo la normativa antidopaje aplicable en los Juegos de Pekín 2022»,
Barquero y Zandron concluyeron el pasado día 19 undécimos en Pekín 2022, después de convertirse en el primer dúo español que lograba la clasificación para unos Juegos en la prueba de parejas de patinaje artístico y acceder a la final. La pareja española aseguró el 24 de septiembre su clasificación para Pekín con el segundo puesto en el Trofeo Nebelhorn, disputado en la localidad alemana de Oberstdorf, una plaza que no era nominal aunque la Federación Española de Deportes de Hielo (RFEDH) confirmó ese mismo día que serían ellos los que acudirían a los Juegos.
El Trofeo Nebelhorn fue sólo la segunda competición internacional de la pareja integrada por la madrileña y el patinador de origen italiano, tras las buenas sensaciones dejadas dos semanas antes en el Trofeo de Lombardía con otro segundo puesto. Laura Barquero, de 20 años, y Marcon Zandron, de 23, empezaron a entrenar juntos en diciembre de 2020 con los Juegos de Pekín en mente y él, italiano de nacimiento, obtuvo la nacionalización española el último 29 de diciembre.
La madrileña se inició en el patinaje desde muy pequeña, cuando a los cinco años empezó a ejercitarse en el Palacio de Hielo de Madrid, cerca de su domicilio, tras fijarse en sus primas, que practicaban el patinaje artístico, y alcanzó un gran nivel individual. A los 16 años la Federación Española le ofreció ir a Italia y empezar a ejercitarse en la modalidad de parejas para entrenar con Aritz Maestu, patinador español, que buscaba compañera.
Con él compitió en dos Europeos y dos Mundiales, pero tras la lesión de Maestu formó una dupla nueva con Ton Consul, y después con su actual compañero, que también se inició a los 6 años, con su hermano mayor como referente. Después de que sus entrenadores, Bárbara Luoni y Luca Dematte, les propusieron juntarse ambos se ejercitan en Bérgamo, con largas sesiones de 7 horas al día de lunes a sábado, sobre el hielo y fuera de la pista.
Barquero, que cursa el grado de Danza a distancia, sufrió este año una lesión que la tuvo dos meses apartada de la pista, lo que les impidió competir por una plaza en los mundiales de marzo y les obligó a acudir a una repesca en Alemania en septiembre en busca de una de las tres plazas que quedaban para ir a los Juegos. En Pekín, tras su undécimo puesto en el programa corto el pasado día 18, con una puntuación de 63,34, entraron en la final y concluyeron también undécimos, a una centésima del «top ten».
Su programa libre en la final al ritmo de 'Imagine' les otorgó 118,02 puntos (57,90 en la parte técnica y 60,12 en presentación), para acumular un total de 181,36. El equipo español ha tenido por primera vez en los juegos de Pekín doble presencia en este deporte, con el concurso de Barquero y Zandron en el cuadro de parejas y el de Olivia Smart y Adriá Díaz en la modalidad de danza. España no ha tenido ningún caso de dopaje en Juegos Olímpicos de Invierno desde Salt Lake City 2002, donde el esquiador Johann Mühlegg fue positivo después de ganar tres medallas de oro.