La eliminación de la obligatoriedad del pasaporte COVID en diferentes ámbitos de la sociedad, que será efectiva a partir del próximo sábado, también afecta al mundo del deporte. En especial, a quienes lo practican de forma regulada y federada, que desde los doce años de edad estaban obligados a presentarlo o tenerlo a mano para poder entrenar o participar en sus respectivas competiciones, desde el pasado mes de diciembre. Una medida que tuvo que adaptarse a la realidad de un segmento de los deportistas más jóvenes a los que afectaba, pues algunos no podían disponer de la pauta de vacunación completa por un tema de calendarios de vacunación.
Desde este sábado, ya no será obligatorio contar con el pasaporte COVID para poder realizar este tipo de actividades, tanto entrenamientos como competiciones oficiales desde los doce años de edad, lo que supone un alivio para clubes y deportistas, algunos de ellos condicionados en su día a día por esta medida restrictiva aprobada por el Govern semanas atrás para intentar contener la última ola de la pandemia, que ha llevado a suspender o aplazar numerosos eventos y partidos de diversas modalidades. En el caso del balonmano balear, se detuvieron las competiciones para retomarse este próximo fin de semana.
Esta medida, además, afectará también a los accesos a los recintos deportivos, cuyos aforos se han incrementado al 85% en espacios abiertos y al 75% a cubierto esta misma semana, aunque la presentación del certificado COVID tampoco será necesaria para acceder a las instalaciones que alberguen eventos de diferente calibre o categoría. Hasta ahora, únicamente se solicitaba en competiciones de rango autonómico celebradas en instalaciones cubiertas.