El cierre total del deporte balear a nivel de instalaciones vivió este lunes un nuevo capítulo. Las que faltaban por bajar la persiana oficialmente lo hicieron, por el momento por espacio de dos semanas, aunque la previsión es que sea de manera indefinida, en función de la evolución de la crisis sanitaria abierta por la expansión de la COVID-19.
El polideportivo Príncipes de España, sede del Centre de Tecnificació Esportiva Illes Balears, o el Velòdrom Illes Balears, sede de la Direcció General d'Esports, se blidaron, y en el caso de este último, únicamente el personal laboral acreditado puede acceder a la instalación.
La imagen era desértica en los clubes náuticos de Mallorca. S'Arenal, Real Club Náutico de Palma, Calanova, Portixol... La estampa era la misma en todos ellos. Puertas cerradas y poca presencia humana en unos recintos también afectados por la normativa relativa al Estado de Alarma.
Al igual que los campos de golf, de cuyo cierre ya informó la territorial el fin de semana, y que empezó a hacerse patente y de manera escalonada a partir del fin de semana. Los recintos de motor también se someten a la política de contención del coronavirus, siguiendo las pautas fijadas por Salut Pública, la Direcció General d'Esports y el, Gobierno central.