El Mallorca ha dejado prácticamente cerrado el traspaso de Gonzalo Castro gracias a una de las operaciones más laboriosas que se recuerdan en los despachos de Son Moix. El futbolista uruguayo firmará en breve nuevo contrato con el Villarreal o el Valencia, aunque ese es un aspecto menor para los intereses del club balear, que anoche alcanzó un principio de acuerdo con los agentes del futbolista y el Nacional de Montevideo valorado en 4 millones de euros.
El Mallorca, que sólo tenía en propiedad un 70 por ciento de los derechos del jugador, ha optado finalmente por transferir a Castro a su club de origen, una circunstancia que le permitirá mantenerse al margen de cualquier negociación con el Villarreal, conjunto que le birló la plaza europea en los despachos y con el que no mantiene relaciones.
Aunque todo está pendiente de la firma y la autorización de la administración concursal, en el Mallorca respiraban anoche aliviados. De hecho, la operación Castro llevaba varios días enquistada y su agente (Paco Casal) había amenazado con ralentizar la salida del centrocampista, circunstancia que hubiera tenido un efecto devastador para los intereses económicos del club balear. Gonzalo Castro finaliza contrato con el club bermellón la próxima temporada y en enero de 2012 hubiera podido firmar con cualquier otro equipo con la carta de libertad en el bolsillo.
Todos estos condicionantes han incrementado notablemente la dificultad de un traspaso a cinco bandas y que debería cristalizar en las próximas horas.