Tolo Jaume
Toni Manresa regresó ayer a Mallorca tras su cuarto desfile por el Lago Rosa de Dakar y recibió el cariño de los suyos en una jornada muy emotiva, especialmente gracias al homenaje que le rindieron al piloto mallorquín sus vecinos de Calonge. El piloto mallorquín se repone del raid más duro del mundo con un recibimiento que ayer fue el mejor bálsamo.
Manresa aseguró que en 2007 «ha sido difícil aunque el Dakar ha sido fácil» y aseguró que pasó malos momentos cuando estuvo a punto de quedar fuera de la carrera en los primeros compases del evento, incluso le cayeron algunas lágrimas al ver que podía caer.
Satisfecho por haber logrado el objetivo de alcanzar la meta, aunque decepcionado por no haber mejorado el resultado del pasado curso, Manresa ya piensa en el futuro y tiene en mente la posibilidad de crear un coche con un piloto catalán y mecánicos mallorquines.