Amador Pons|PARIS
No debe ser casualidad que Justine Henin-Hardenne fuera la que recuperase para el tenis a Martina Hingis, una de las mejores jugadoras de la historia de la WTA. Después de cuatro años alejada de las pistas, esta suiza nacida en Eslovaquia vuelve a ser una de las favoritas en todos los torneos. Con un título en el bolsillo esta temporada, el 41 de su carrera, y con el deseo de sumar el único Grande que le falta, Hingis afronta hoy su partido de segunda ronda Zuzana Ondraskova, una de tantas jugadoras que aparecen nuevas en el circuito.
Después de haberlo ganado prácticamente todo a finales de los noventa, Martina Hingis se retiró al finalizar la temporada 2002. Los dolores en el tobillo y la falta de motivación hicieron que una de las mejores y más carismáticas jugadoras del circuito dijera adiós. Número uno del mundo durante casi cuatro años, nunca fue tan querida como Steffi Graf, más bien todo lo contrario. Su carácter demasiado infantil hicieron que en muchas ocasiones el público le diera la espalda.
Con 40 títulos como mejor tarjeta de presentación, cinco Grand Slams (Open de Australia 1997, 1998 y 1999, Wimbledon 1997 y US Open 1997) y tras finalizar tres temporadas como número uno mundial (1997, 1999 y 2000), Martina Hingis prefirió retirarse porque comenzaba a sufrir en exceso en una pista de tenis.