«Ibagaza es al Mallorca lo que Rivaldo al Barcelona». Esta es una de las pocas frases con criterio que ha pronunciado Bernd Krauss desde que se hizo cargo del Real Mallorca. Después vino lo del beber y comer y otra batería de manifestaciones sin ton ni son que va soltando el alemán cuando busca un cara a cara con algún periodista. Sin embargo, tuvo razón al dar la importancia que le dio a la baja del mediapunta argentino. El club no contó con que esto pudiera suceder y adquirió futbolistas que, si bien pueden jugar en la posición de Ariel, su fútbol está a años luz del que pone en liza el genial Ibagaza. Una rotura muscular parcial del recto anterior del muslo izquierdo producida el doce de septiembre en el partido Mallorca"Arsenal dejó a «El Caño» fuera de juego. El tiempo estimado de recuperación se dató en su momento en seis semanas, transcurridas cuatro, todavía Krauss deberá seguir lamentando como mínimo durante veinte días más la ausencia de su mejor artista en la zona ancha del campo.
La dolencia que sufre el jugador no se cura con una simple tirita, necesita, sobre todo, tiempo, demasiado tiempo. Cuando una fibra se rompe se inicia un periodo de descanso a fin de que los dos cabos vuelvan a juntarse pero ahí no termina todo. Es imprescindible seguir recuperando sin forzar ya que no basta con unir los dos puntos. Estos deben soldarse con fuerza, con solidez y hasta que esto no ocurra, Ibagaza no regresará a un terreno de juego para disputar un partido oficial. Precipitar el regreso sería fatal para el futbolista ya que hay un 90% de posibilidades que en un simple disparo, centro o sprint, el músculo se corte de raíz y entonces sí que surgiría un problema de dimensiones extraordinarias.
De hecho, aunque se cumplan los tiempos definidos, seguirá habiendo riesgo aunque este exista más en la cabeza del jugador que no en la zona afectada. Por ahora Ariel empieza poco a poco a correr, a tomar contacto de nuevo con el césped pero de ahí que pueda entrar con el resto del grupo queda todavía tiempo. Nadie quiere especular sobre el periodo que le resta para que vuelva a jugar con total normalidad pero todo indica que no será hasta principios del próximo mes, como mínimo, cuando el futbolista pueda volver a demostrar su calidad.
Ariel es el típico jugador al que todos sus compañeros buscan. Pese a encontrarse en una situación complicada saben que de una u otra manera saldrá del entuerto, pensará sobre la marcha y asistirá al jugador mejor situado. Parece fácil pero no lo es y ahí es donde radica la principal virtud de Ariel. Más allá de la rapidez, de la visión de juego, del pase final, «El Caño» cuenta con una inteligencia poco común sobre el césped. Piensa rápido, y finaliza con precisión. Su baja está resultando fatal.