El Real Mallorca apenas tiene tiempo para saborear la victoria ante el Athletic de Bilbao. El grupo de Bernd Krauss entrenó ayer por la mañana en Son Bibiloni y más que pensar en los tres puntos conseguidos en San Mamés, el equipo empezó ya a centrar su atención única y exclusivamente en el partido de mañana frente al Arsenal inglés.
A las 20.45 horas el conjunto bermellón debutará oficialmente en la Liga de Campeones y lo hará con toda la confianza y el optimismo que da el resolver favorablemente un partido como el disputado el sábado pasado.
Nadal ya apuntaba que la mejor manera de preparar la Champions es hacer un buen papel en la Liga, y en La Catedral, los rojillos dieron una buena sensación en todas sus líneas. A excepción del primer cuarto de hora donde Leo Franco se salió y salvó los muebles, la escuadra de Bernd Krauss ofreció buenas vibraciones y ahora quiere trasladar esa misma actuación en la Liga de Campeones.
El objetivo del plantel es muy claro: hay que ganar el primer partido. Conseguir los puntos ante el Arsenal, teóricamente el favorito del grupo del Mallorca, supondría un paso de gigante para intentar abordar al final de la primera liguilla una de las dos primeras posiciones. De ahí la gran importancia que tiene el arrancar esta competición con una victoria.
Sin embargo, ayer en Son Bibiloni nadie escondía la realidad, una realidad que indica que el conjunto de Arsen Wenger pondrá mayores dificultades que el Athletic de Bilbao.