Hace casi cuatro años que Shawn Mendes revolucionó las redes sociales durante su visita a Mallorca. Fue en el verano de 2021 cuando el cantante canadiense, entonces con 22 años, pasó unos días en la isla balear disfrutando del sol, las playas y la gastronomía local. Pero su presencia no solo dejó huella por el turismo: también aprovechó su estancia para grabar el videoclip de su tema Summer Of Love.
El vídeo se estrenó el 20 de agosto de 2021 en su canal de YouTube, y desde entonces ha acumulado más de 46 millones de visualizaciones, 761.000 'me gusta' y cerca de 25.000 comentarios. Semanas antes del lanzamiento, Mendes ya había generado expectación al compartir en su cuenta de Instagram unas fotos donde posaba sobre el capó de un coche clásico. Aunque la matrícula estaba parcialmente oculta, se distinguía claramente que era española. El vehículo en cuestión era un Volkswagen Golf de primera generación, matriculado en Baleares en 1994, hace ahora 31 años. Un modelo poco común en la actualidad, aún más raro en la versión de carrocería en la que fue visto el artista durante aquel verano mallorquín que tantos fans recuerdan.
En la soleada Mallorca, una joya automovilística casi olvidada volvió a brillar. No fue una superestrella del motor quien captó la atención, sino un Volkswagen Golf Cabriolet de primera generación, que se ha convertido en una inesperada sensación tras rodar con un conocido artista internacional por las carreteras balearas. Las redes sociales no tardaron en llenarse de imágenes del icónico descapotable, cuya presencia ha despertado la nostalgia de muchos y ha servido para resaltar el atractivo de las Islas Baleares como destino tanto musical como cultural.
El Volkswagen Golf Cabriolet ha sido, sin lugar a dudas, uno de los automóviles más emblemáticos de la marca alemana. Lanzado al mercado en 1979, la versión descapotable supuso toda una revolución en el mundo del motor. A día de hoy, encontrar uno circulando es todo un acontecimiento. El modelo que protagonizó la visita a Mallorca pertenece a la primera generación, con más de treinta años a sus espaldas, y brilla por su elegante carrocería en color blanco, su capota beige y un interior que combina tonos marrones, blancos y negros para un acabado retro inconfundible.
Este cabriolet, difícil de ver en las carreteras españolas, destaca no solo por su diseño sino también por su mecánica: estaba disponible en las versiones 1.6 litros (con 75 o 110 CV) y en 1.8 litros (hasta 112 CV), lo que ofrecía buenas dosis de potencia sin renunciar al placer de una conducción puramente analógica.
La aparición de este coche en Mallorca no fue casualidad. La isla recibió en verano la visita de una de las grandes voces del pop, que aprovechó la magia de la isla tanto para disfrutar de unas jornadas de relax como para grabar el videoclip de una pegadiza canción internacional. Las imágenes tomadas durante el rodaje permitieron a seguidores y curiosos contemplar el Volkswagen clásico en toda su gloria, recreando el ambiente veraniego y distendido que caracteriza a la isla.
El paso del artista por Mallorca no solo sirvió para rodar escenas junto al Cabriolet, sino que también ayudó a reforzar la imagen de las Islas Baleares como un enclave privilegiado para la industria audiovisual, sumando la tradición automovilística a los encantos naturales y culturales que atraen a miles de visitantes cada año.
Un guiño a la cultura del motor
La presencia del coche clásico en la isla se suma a la expectación de los seguidores del cantante, que aguardan con entusiasmo su próximo concierto en el Movistar Arena de Madrid el 26 de agosto. Esta actuación marca el retorno del artista tras varios años sin conciertos en España, lo que ha generado un considerable revuelo entre sus fans nacionales.
El vínculo especial que el coche ha establecido con el público español no es casual: en España, los modelos clásicos —y especialmente descapotables míticos como el Golf Cabriolet— siguen siendo muy valorados tanto entre los coleccionistas como entre los nostálgicos del motor. Según datos de la Asociación Española de Vehículos Antiguos (AEVA), el número de matriculaciones de clásicos ha crecido en torno al 7% anual en la última década, señal del creciente interés por recuperar y preservar estas máquinas llenas de historia.
Adquirir un Golf Cabriolet como el visto en Mallorca no es tarea sencilla: solo unos pocos ejemplares en buen estado han sobrevivido al paso del tiempo. En el mercado de segunda mano, estos modelos pueden alcanzar precios que superan los 15.000 euros, dependiendo de su estado de conservación, kilometraje y originalidad. La demanda, especialmente tras su aparición mediática, ha aumentado notablemente, y no son pocos los que buscan hacerse con una pieza similar para su garaje.
Algunos expertos apuntan que la fama repentina del modelo en eventos o videoclips puede repercutir positivamente en la revalorización de estos coches, contribuyendo a que nuevos públicos —más jóvenes— se interesen por la cultura del automóvil clásico. Además, la aparición de coches emblemáticos en escenarios tan fotogénicos como Mallorca realza el valor del turismo temático ligado al motor, algo que España empieza a desarrollar con fuerza.
No es la primera vez que automóviles legendarios vuelven a ocupar titulares gracias a figuras públicas: tanto en rodajes cinematográficos como en videoclips o campañas, la tendencia de incorporar coches clásicos como símbolos de estilo y nostalgia va en aumento. En el caso del Golf Cabriolet, su facilidad para asociarse a la libertad estival y su silueta inconfundible han hecho de él un referente para los admiradores del diseño de los años ochenta y noventa.
Buenos dias, que tiempos aquellos, cuando circulabas por la península y te cruzabas con una matricula de PM y hacias sonar el claxon en forma de saludo, creo recordar que la matricula de las islas era PM para todas, luego se paso a IB (corríjanme si me equivoco).