En el Rotlet Molinar no pueden más. El histórico club palmesano, cuyo primer equipo ha conseguido recientemente el ascenso a Tercera División, ha elevado una queja al Ayuntamiento de Palma debido a «la situación de abandono y precariedad que sufren las instalaciones deportivas del club», lo que ha generado un profundo molestar entre los padres y madres de los niños que juegan en el barrio.
El Molinar denuncia que, aunque acoge a «decenas de niños y niñas que practican deporte cada semana, fomentando valores positivos como el trabajo en equipo, la disciplina y la inclusión social» y realiza «una labor social importantísima en el barrio, ofreciendo una alternativa sana y educativa para los jóvenes», la respuesta institucional que recibe es nula.
Desde el club argumentan sus quejas recordando que cuentan con unas «instalaciones viejas y deterioradas, con espacios inseguros y sin mantenimiento adecuado». A ello le suman la «carencia de recursos básicos como agua caliente, iluminación o vestuarios en buen estado», lo que ha derivado en un «malestar vecinal creciente por la falta de control, limpieza o adecuación de las zonas comunes del entorno del campo».
«Consideramos que es injusto e irresponsable que un club con tanta historia y relevancia en el barrio siga ignorado por las autoridades competentes», señalan desde el Rotlet Molinar, al tiempo que esperan una «inversión urgente en las instalaciones», «una escucha activa a las familias y al club» y «un compromiso claro con el deporte base y el bienestar» de sus hijos.
«No pedimos privilegios. Pedimos dignidad y respeto para los niños, entrenadores y familias que forman parte del Rotlet Molinar, y para un barrio que apuesta por el deporte como herramienta de integración y desarrollo», concluyen los responsables del club palmesano.
Claro que da pena sr.Horrach