El Villarreal despierta al Poblense

El sueño se terminó. El Poblense cedió ante el Villarreal y puso fin a su trravesía por la Copa del Rey. En mitad de una jornada festiva en sa Pobla, Marcelino no estaba para bromas, sacó a los buenos y puso fin a través de la calidad de los suyos los intentos del Poblense. Terrats abrió la lata para empezar a torturar a los locales y lo cerró Gueye antes de que AItor Pons maquillase la pesadilla.

Los de Óscar Troya empezaron el partido mostrando el respeto pertinente a su rival. Lejos de ir con miedo, presentó un bloque bajo y dejó al Villarreal circular en zonas intrascendentes. SIn embargo, a pesar de alguna combinación presentada por Diego y Alberto, la calidad del Villarreal se impuso con rapidez. A los diez minutos, Terrats recogía un balón en el corazón del área para mandar el esférico a la portería.

El gol sentó como un jarro de agua fría en los más de 3.000 aficionados que poblaban las gradas del Municipal. A pesar de ello, el Poblense no le perdió la cara al partido. Los de Troya adormecieron el balón y empezaron a incomodar a un Villarreal que analizaba el partido desde la tranquilidad. Dos acercamientos locales, sin peligro, alzaron el ánimo hasta que, otra vez, Yeremi Pino hacía diabluras. En una jugada llena de polémica por su posición dudosa, asistía a Ayoze Pérez para el segundo. Sin tiempo para reaccionar, el Zarra español decidió terminar con cualquier esperanza local y poner el tercero en el luminoso.

Inmersos en la delicadeza que el marcador indicaba a la media hora, el Poblense, totalmente decaído veía como cada acción del Villarreal terminaba en la portería. Tras una nueva pérdida en fase ofensiva, Pau Cabanes conseguía batir a Sabater por abajo y alargar la tortura. No cesó el Villarreal. Con el cuarto, llegó el quinto, de nuevo de Ayoze, que ponía la guinda a una primera parte dantesca.

En la reanudación, el ímpetu de querer maquillar el resultado acercó al Poblense al gol. Aitor Pons estuvo a punto de encontrar la recompensa, pero se encontró con Júnior. En el rechace, la polémica volvió al orden del partido con un penalti no señalado. Acto seguido, el submarino puso el sexto, obra de Pape Gueye.

Aunque el resultado se había convertido en toda una tortura. Aitor Pons quiso maquillar el resultado por las buenas o por las malas. El menorquín agarró un rechace en la frontal del área y con un derechazo potente superó a Júnior y cerró el marcador con la sensación amarga de que la imagen pudo haber sido mejor tras competir bien en el segundo acto.

Al final del partido, el Villarreal se fue diluyendo en su propia tranquilidad y el Poblense consiguió terminar el partido en campo rival. Cape, Ayoub y Aitor Pons tuvieron el segundo en sus botas, pero no consiguieron acertar entre los tres palos. La derrota terminó maquillada por la voluntad de un equipo entregado a su afición, con la que han soñado de la mano en el camino copero.