Daniel González Benítez (Lloseta, 1987), conocido futbolísticamente como Dani Benítez en homenaje a su madre, ha sido muchas veces noticia por sus dotes en el campo, pero cuando más titulares de prensa acaparó fue en febrero de 2014 al conocerse su positivo por cocaína. Ahora ha decidido contar toda su vida en un libro titulado Mi historia la cuento yo (Aliar ediciones) junto al periodista Héctor García.
—¿Por qué este libro?
—Bueno, hace unos años leí un titular que no me gustó nada de una entrevista. Me enfadé mucho. A las dos semanas recibí una llamada de Héctor ofreciéndome hacer este libro. Al principio no lo veía muy claro, pero luego me decidí a contar mi historia. El objetivo es dejar hechos claros e intentar concienciar a los más jóvenes para que no cometan los mismos errores que yo.
—¿Cómo ha sido la elaboración?
—Durante un año y dos meses hemos estado hablando por vídeoconferencia. Yo le iba contando mi vida de forma cronológica y él lo escribía y me lo mandaba para que lo leyera.
—En el libro, salvo algún caso esporádico, sólo aparecen personas del mundo del fútbol que le han ayudado. No ha querido hacer sangre…
—Yo tengo muy buena relación con mucha gente y muchos amigos. Además, yo he sido el único responsable de mi situación.
—Prácticamente no ha dejado de salir por la noche desde que era un adolescente hasta que dio positivo.
—Sí, y no me afectaba en el juego. Yo he visto muchas veces drogas. Mis amigos las consumían, pero yo nunca porque veía que era incompatible con mi vida de futbolista.
—Pero el alcohol fue el detonante de esa raya.
—Sí, un amigo me dijo que tomara una raya para quitarme la borrachera porque tenía que ir a entrenar. Era la primera vez. Me tocó pasar el control y di positivo. Fue en el baño de mi casa.
—No lo parece a simple vista, pero tenía un gran físico.
—Y lo sigo teniendo a los 37 años. No sé si me benefició esta fortaleza con la vida que llevaba. El fútbol es un estado de ánimo y si me hubiera cuidado más no hubiera estado tan feliz e igual no hubiera rendido tanto en el terreno de juego.
—En el libro habla de Messi y Cristiano.
—Sí, eran superiores al resto. Cristiano podía estar diez minutos sin tocar el balón y te clavaba dos goles y a Messi era imposible quitarle la pelota.
—¿Cree que podría haber triunfado en el Mallorca si Manzano hubiera confiado más en usted?
—Sí, es algo que siento mucho y es una espinita clavada. Cuando subí al primer equipo estaba Gregorio Manzano y no confió mucho en mí. Era una época en la que el equipo jugaba en Europa, había dinero y se fichaban mucho jugadores. Cuando me cedieron la economía no era tan boyante y apostaron por más canteranos, pero yo ya no estaba.
—¿Cuándo ha sido más feliz jugando a fútbol?
—Los años de Granada donde llegué en Segunda B y ascendimos a Primera y al año siguiente nos mantuvimos.
—Si pudiera retroceder en el tiempo, ¿qué es lo primero que haría o que no haría?
—Sobre todo intentaría tener un carácter diferente. Mi mayor problema es que he madurado muy tarde y además venía de una familia con problemas. Ahora en los equipos hay psicólogos que ayudan a los jugadores.
—¿Usted le hubiera hecho caso al psicólogo?
—No, en esos años no le hacía caso a nadie.
—¿Tiene planes de volver a Mallorca?
—No lo descarto, pero por el momento estoy muy bien en Granada.
El apunte
En el Arenas de Armilla y empresario
Dani Benítez está jugando en el Arenas de Armilla de 3ª RFEF. «Me encuentro muy bien y estamos cerca de jugar el playoff de ascenso». Además, ha montado Faunny, una empresa de bienestar animal centrada sobre todo en productos naturales para caballos y quiere entrar en el negocio de la parafarmacia.