Luis Rubiales ha presentado este domingo su renuncia a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) al considerar «evidente que no podré volver a mi cargo». El dirigente ha hecho público un comunicado en el que ha informado de su dimisión ante el actual responsable del ente que rige el deporte rey en el panorama nacional, Pedro Rocha, y su adiós a la vicepresidencia que ocupaba.
El anuncio de Rubiales, que había sido suspendido de sus funciones por la FIFA, se produce días después de que la Fiscalía se querellara contra él por agresión sexual y coacciones a Jennifer Hermoso. El exfutbolista había mantenido su intención de seguir como presidente en la asamblea extraordinaria después de su actitud tras la conquista del Mundial por parte de la selección femenina.
«Hoy he transmitido a las 21:30 al Presidente en funciones, D. Pedro Rocha, mi renuncia al cargo de Presidente de la RFEF. También le he informado de que he hecho lo mismo con mi cargo en UEFA para que mi puesto en la Vicepresidencia pueda ser sustituido», señala el comunicado realizado por Luis Rubiales en su cuenta de la red X (antes Twitter). «Tengo fe en la verdad y voy a hacer todo cuanto esté en mi mano para que prevalezca», agrega.
El dirigente señala que ante «la veloz suspensión» provisional por parte de la FIFA durante 90 días y los demás procedimientos abiertos contra él, entiende que «es evidente» que no podrá volver a su cargo, por lo que «insistir» en quedarse «a la espera» y aferrarse al cargo no contribuirá «a nada positivo» ni a la propia RFEF «ni al fútbol español».
Rubiales considera que su salida supondrá «estabilidad» para la candidatura de España, Portugal y Marruecos al Mundial de 2030 y advierte que existen «poderes fácticos que impedirán». Además, en su escrito recuerda «la gestión» de su equipo en los cinco años que ha estado en el cargo y asevera que no quiere que el fútbol español «pueda resultar perjudicado» por lo que entiende «toda esta campaña tan desproporcionada».
«Tengo fe en la verdad y voy a hacer todo cuanto esté en mi mano para que prevalezca», subraya Rubiales, quien expresa que sus hijas, familia y su gente querida «han sufrido los efectos de una persecución desmedida, así como muchas falsedades, pero también es cierto que en la calle, cada día más, la verdad se está imponiendo».