En las convulsas horas que han seguido a la muerte de Diego Armando Maradona, y que han culminado en una especie de éxtasis colectivo en un entierro seguido por toda una nación, han llamado la atención algunas polémicas suscitadas a la altura de la dimensión del personaje mítico recientemente fallecido. Quizás la más asombrosa es la generada a raíz de la difusión, en redes sociales, de una fotografía del cuerpo del astro argentino en el ataúd.
Varios hombres, aparentemente relacionados con la funeraria que se hizo cargo de los traslados del cadáver, posan con la tapa del féretro abierta. A pesar de las reclamaciones de su entorno, las imágenes se han viralizado y aún es posible hallarlas con una simple búsqueda en Twitter.
Como consecuencia de estos hechos, Diego Molina, un trabajador de la funeraria Pinier, fue despedido, según informan varios medios de la prensa deportiva, que se hacen eco de la cuestión en mitad de una generalizada ola de indignación y rechazo.
Así por ejemplo explicaba el caso Diego Poggi, popular periodista argentino, en Twitter: