El Nou Pavelló del Centre mide este sábado (18:00) la depresión del Palmer Basket Mallorca, que se exige un triunfo vital para dotar de credibilidad a sus aspiraciones. Tras el batacazo sufrido en el derbi ante el Fibwi Palma y en caída libre tras enlazar ocho derrotas consecutivas, los mallorquines visitan al Sandá Electroclima CBLH en un busca de una victoria fundamental para despegarse del furgón de cola de la LEB Plata y cargarse de confianza de cara a la segunda vuelta del campeonato.
El Palmer Basket Mallorca se sitúa frente a frente con un rival directo y encara el duelo con la necesidad de despojarse de la pesada mochila de ansiedad que tanto parece estarle lastrando. A la importancia de alejar los fantasmas de las últimas semanas también se suma la obligatoriedad de superar el hándicap de los problemas físicos que están condicionando la participación de jugadores de peso como Urbutis, Ryan Nicholas y Bobby Harris y por lo tanto haciendo que se resienta el nivel del grupo.
Los recursos de Sergio Jiménez también se han visto reducidos esta semana tras la salida de Adrián Chapela, que se ha despedido de la plantilla apenas dos semanas después de recalar en el club que preside Vicenç Palmer. El preparador también pasa un nuevo examen ante las múltiples adversidades que tendrá que gestionar para estrenar su casillero de triunfos, ya que ha enlazado cuatro derrotas en sus cuatro primeros partidos, una racha de resultados que acabó por precipitar la salida de su predecesor, Óscar Olivenza, que dejó el cargo con un balance de tres victorias y cuatro derrotas.
Intentar asaltar la pista del Hospitalet no es precisamente una empresa sencilla teniendo en cuenta que los catalanes han logrado tres de las cuatro victorias que figuran en su cuenta jugando en casa, por lo que el Palmer Basket Mallorca ve como se eleva la exigencia de su nuevo desafío.