No corren buenos tiempos para la lírica en Son Moix, donde sus dos inquilinos, el Palmer Basket Mallorca y el Fibwi Palma, han visto enturbiado su prometedor inicio de curso. Los dos proyectos transitan lejos de los puestos de cabeza en los que la teoría los colocaba en verano y encaran un fin de semana que puede dejarles en una situación compleja teniendo en cuenta que cotizan a la baja con un balance de tres victorias y cinco derrotas cuando la LEB Plata se dispone a atravesar el primer tercio del campeonato.
La condición de recién ascendido del Palmer Basket Mallorca le liberaba en cierta medida de la obligación de codearse con los mejores, pero tanto la filosofía del club como la confección de la plantilla invitaban a pensar que su objetivo era pujar por las posiciones de privilegio. Su pleno de triunfos en las primeras tres jornadas desataron una euforia que ha saltado por los aires tras cinco derrotas consecutivas que dan forma a la peor racha actual de la liga.
Aunque en el club el discurso siempre ha pasado por ilusionar a los aficionados lo cierto es que la salida de Óscar Olivenza tras siete jornadas denota que la ambición es algo más que disfrutar de su primera experiencia en la tercera categoría del baloncesto nacional. Las lesiones han lastrado sus posibilidades, pero el propio extécnico del Palmer Basket Mallorca ya advirtió que «algo se había roto ahí dentro». No dio nombres ni puso ejemplos, aunque puso sobre la mesa un escenario que ha terminado por precipitar su marcha. Para invertir la dinámica la entidad ha optado por la experiencia de Sergio Jiménez, que cayó en el exigente estreno ante el Prat y este domingo (18:00) afronta una cita más difícil si cabe al recibir al líder Benicarló, que ha ganado los ocho partidos disputados.
El Fibwi Palma tendrá una salida algo más propicia el sábado (19:30) en Gran Canaria. Los de Pau Tomàs han encadenado dos derrotas en unos últimos compromisos en los que ha visto como se iba al traste su trabajo en el último cuarto. La espantada de Quarry Greenaway y la lesión de larga duración de Naoll Balfourier trastocaron sobremanera los planes del Fibwi Palma, que se vio obligado a rediseñar su plantilla y también vio limitada su rotación por la sucesión de problemas físicos en su plantel. En sus últimos encuentros ha dejado síntomas de recuperación, pero la mejoría se ha visto minimizada por la falta de energía y acierto en los cuartos finales. Los mallorquines, con Javier García y Kvedaravicius, necesitan elevar sus prestaciones para no perder la estela del furgón de cabeza.