El trabajo en las oficinas del Atlético Baleares se multiplica en las últimas horas del cierre del mercado de invierno. La entidad blanquiazul llega al esprint final con tareas pendientes para satisfacer las exigencias de su entrenador Juanma Barrero, que se mostró contundente a la hora de señalar las necesidades del equipo para alcanzar el objetivo de la permanencia en Primera Federación. El preparador puso el foco en la necesidad de incorporar efectivos en las posiciones de ataque, pero el último movimiento del club ha sido anunciar la salida de Miguelete, que se convierte en el sexto jugador en abandonar el equipo en esta segunda ventana de fichajes.
El Atlético Baleares y Miguelete han llegado a un acuerdo para la rescisión del contrato del jugador, que llegó a la entidad balearica el verano de 2022 procedente del Atlético Sanluqueño. El atacante de Jerez de la Frontera no ha disfrutado de protagonismo a lo largo de la presente campaña en la que ha disputado 712 minutos en 14 partidos -10 como titular- en los que ha marcado un gol.
«Desde el CD Atlético Baleares queremos agradecer su trabajo durante todo este tiempo y queremos desearle mucha suerte para el futuro», concluye el breve comunicado del club sobre la salida de un jugador que tenía contrato hasta el próximo 30 de junio y que en su día fue incorporado como una de las apuestas de futuro del proyecto balearico.
Con la de Miguelete son seis las bajas que ha formalizado el Atlético Baleares en el mercado de invierno. Loren Fernández, Jorge Martínez, Javi Moreno, Óscar Sánchez -cedido al Andratx- y Xisco Jiménez, que el martes anunció su retirada, han dejado en estas fechas una plantilla que ha recibido las altas de Nuha Marong, Edu Campabadal y Pablo Muñoz y que en la actualidad cuenta con 15 fichas profesionales y otras cinco sub 23.
En las próximas horas se prevé que el Atlético Baleares cierre el fichaje de Carlos Cinta. El límite para las incorporaciones o los movimientos de altas y bajas terminará este jueves a las 18:00 y en las oficinas del Estadi Balear ya está en marcha el particular contrarreloj para moldear la plantilla que peleará por la salvación.