El buen momento del Atlético Baleares pasa este domingo (12:00) una nueva reválida. Después de asaltar la Nueva Condomina y enlazar dos victorias seguidas prolongando una racha de siete jornadas sin conocer la derrota, los hombres de Tato aspiran a conseguir otros tres puntos que le acerquen a la salvación y de paso metan en un lío a su adversario, el Nàstic de Tarragona, que busca la tranquilidad una que ha quedado demasiado lejos de los puestos de playoff de ascenso.
La carrera por la permanencia entra en su tramo decisivo y los balearicos pretenden dar continuidad a la dinámica que los ha convertido en el mejor equipo de las últimas cinco jornadas. Pero el impulso que les han proporcionado 13 de los últimos 15 puntos en liza ‘sólo' ha aliviado su situación. La zona pantanosa de la tabla está a dos puntos y el Atlético Baleares no puede permitirse pasos atrás y menos en el Estadi Balear.
Los blanquiazules han sabido hacerse fuertes en casa y atrás, por lo que todo invita a Tato a dar continuidad tanto al plan de juego como al bloque en el que ha venido confiando desde que se hizo cargo del equipo. La consolidación de un once más o menos tipo con una defensa que casi se puede recitar de memoria, un centro del campo con oficio y criterio y las prestaciones ofensivas de Dioni y de jugadores como Dani Nieto y Víctor Narro dotan de credibilidad a las aspiraciones de los balearicos.
El nivel colectivo y el salto de calidad que han supuesto los refuerzos del mercado de invierno minimizan incluso el extenso parte de bajas de los mallorquines, que no podrán contar con Víctor Pastrana, David Forniés, Josep Jaume y Hugo Rodríguez, mientras que la participación de Bilal Kandoussi será dudosa hasta última hora.
El duelo de este mediodía, como sucediera ante el Alcoyano, ofrece la posibilidad de meter a otro adversario en la carrera por la permanencia. El Nàstic de Tarragona, al que los balearicos doblegaron 1-3 en la primera vuelta, ha visto como se le escapaba el tren del playoff y, aunque tiene un colchón de cinco puntos con los puestos de descenso, necesita un resultado positivo en Palma que le acerque a la tranquilidad.
Sin el lesionado Robert Simón y las dudas de Álex Quintanilla y Pol Domingo, el conjunto catalán, que también está dando forma a una buena dinámica tras encadenar cinco jornadas sin morder el polvo, pretende acercarse a los 47 o 48 puntos en los que podría quedar fijada la permanencia en Primera Federación y rearmarse de cara al esprint final de la competición y cargarse de confianza.