El séptimo de caballería es uno de los cuerpos militares más emblemáticos de la historia de Estados Unidos y el Atlético Baleares también cuenta con su particular legión de soldados de invierno. Huyendo de la leyenda negra que marcó la historia de los hombres guiados por George Armstrong Custer en su misión de expulsar a los indios de sus tierras, los siete refuerzos balearicos juegan un papel fundamental en la recuperación del terreno perdido en una carrera por la salvación en la que que aún restan seis batallas para confirmar el objetivo.
La victoria en el Enrique Roca-Nueva Condomina ha certificado la recuperación de la tropa de José Antonio García ‘Tato', que cuenta con dos puntos de margen con el precipicio que aboca al descenso cuando hace dos meses se movía por la zona pantanosa con una desventaja de cinco puntos son la frontera de la permanencia en Primera Federación.
El gol que le dio los tres puntos al ATB ante el Real Murcia volvió a poner de relieve la influencia que están ejerciendo los refuerzos invernales. El 0-1 nació en las botas de Dani Nieto y lo firmó Víctor Narro, que con su tanto completó la lista de goleadores de las incorporaciones llegadas en enero. Los siete fichajes ya han visto portería y, además, han tenido un peso notable en una reacción que ha situado a los balearicos como el equipo más en forma de la categoría en el tramo más reciente de la competición. Nadie ha sumado más puntos que los hombres de Tato en las últimas seis jornadas.
Víctor Narro, Tropi, Dani Nieto, Marc Baró, Xisco Jiménez, Bilal y Carlos Julio están haciendo tambalear el mito de las muchas incógnitas que plantean los fichajes de invierno. Jugadores sin equipo, que llegan con poco bagaje en sus clubes, sin ritmo o que no tienen margen para adaptarse a un grupo nuevo son un hándicap que han hecho virtud. El particular séptimo de caballería del ATB ha demostrado hambre y compromiso al mismo tiempo que ha sacado a relucir su calidad. La cuota mallorquina también ha conferido unas dosis de identidad que ha servido para unir al vestuario hacia un objetivo común.
Prácticamente desde su llegada Marc Baró, Tropi, Víctor Narro y Dani Nieto se han convertido en indiscutibles en la pizarra de Tato, que también ha agradecido el aire fresco que suponía el cambio de casi un tercio de la plantilla en una caseta obligada a despojarse de la negatividad.
Entre los refuerzos invernales destaca la aportación de Marc Baró, que ya ha disputado 13 encuentros como titular en los que ha marcado dos goles. No sólo le ha dado consistencia y profundidad al carril izquierdo sino que con su buen pie ha elevado la calidad de las acciones a balón parado de los blanquiazules. No le va a la zaga el rendimiento de Dani Nieto, que ha marcado cinco goles y repartido una asistencia. Registros inversos a los de Víctor Narro, que ha anotado una diana y facilitado otra cinco para sus compañeros.
Otros intangibles ofrece Tropi, titular en 10 de sus 11 partidos, siendo capital en el engranaje del centro del campo. Oficio, carácter y poder de amenaza ha lucido Xisco Jiménez pese a la lesión que ha condicionado su regreso, mientras que Carlos Julio y Bilal Kandoussi han sabido aprovechar sus minutos para elevar la competencia en una reacción que va en buen camino.