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Una final en Castalia

El conjunto blanquiazul quiere sorprender al Castellón en el estreno de Tato en el banquillo

El nuevo entrenador del Atlético Baleares, Tato, conversa con sus jugadores durante un entrenamiento en el Estadi Balear antes de enfrentarse al Castellón. | ATB

| Palma |

No es a priori Castalia el mejor lugar para que el Atlético Baleares reaccione de la mala racha que arrastra, con una sola victoria en las últimas seis jornadas y dos derrotas en las últimas citas del campeonato, que le costaron el puesto a Onésimo Sánchez. La propiedad del club ha optado, a falta de quince jornadas para la conclusión de la competición, por confiar en José Antonio García, Tato, para intentar conseguir el objetivo que no es otro que salvar la categoría.

Enfrente el ATB va a tener al Castellón, que lleva tres entrenadores esta temporada, pero ocupa la segunda plaza. Además, viene de lograr una victoria solvente ante el Eldense, líder de la categoría. Para afrontar este difícil envite, Tato ha convocado a 19 futbolistas. El técnico palmesano apenas ha podido realizar tres entrenamientos con la plantilla, pero como dijo en la rueda de prensa del pasado viernes, su intención es que el once que salga a Castalia «muerda y que corramos al menos igual que el contrario».

El club blanquiazul arrastra varias lesiones y no podrá contar con la participación de jugadores importantes como Josep Jaume o Víctor Pastrana, David Forniès, Petcoff, Hugo Rodríguez, Xisco Jiménez ni Bilal Kandoussi, este último porque pertenece a la disciplina blanquinegra y el Castellón hará uso de la ‘cláusula del miedo'. Tato no quiere pensar en los jugadores con los que no puede contar y se centra en los disponibles. «Tenemos y vamos a tener jugadores lesionados, pero lo que importa es que el once que ponga en el terreno de juego se deje la piel». Oído el discurso del preparador blanquiazul, lo que se espera es que el ATB sea un equipo rocoso que no deje jugar al rival y que gane en contundencia defensiva.

Un dato que puede invitar algo al optimismo es que dos de los tres entrenadores que se sentaron en el banquillo blanquiazul lograron su primera victoria fuera del Estadi Balear. David Sierra debutó con un triunfo ante el Athletic B en Bilbao y Onésimo Sánchez frente al Nàstic de Tarragona. La pena fue que ambos partidos supusieron sus únicos triunfos.

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