El Govern es muy dado a hacer grandes anuncios que luego la realidad deja en nada. Hace unos días, el portavoz del Ejecutivo, Iago Negueruela, informaba que se había acordado que el metro, el tren y el autobús interurbano de Mallorca fuesen gratis total durante 2023, siempre que los usuarios utilizasen la tarjeta intermodal. Hasta aquí todo perfecto, pero los problemas llegan cuando hay que hacerse este documento, porque ahí empieza el desastre, el descontrol y el enfado. Un solo punto para realizar los trámites, personal escaso y decenas de personas esperando horas, tanto en el interior de la sala como en el exterior. Alguien comentaba que se había planteado acudir de madrugada para coger turno, porque no veía otra posibilidad. ¿Cómo es posible que se lancen estas medidas y no se piense en las consecuencias? ¿Cómo es posible que en una ciudad como Palma exista una única oficina para solicitar esta tarjeta? ¿Cómo es posible que no se tenga en cuenta el incremento de la demanda? Muy fácil, lo único que importa es el autobombo y la publicidad.
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