Los vecinos de la zona próxima al Estadio Balear se han visto obligados a convivir con una imagen poco agradable, acompañada en ocasiones de fuertes e insalubres olores que emanan del pie del puente que conecta la barriada de Son Gotleu con el conocido recinto deportivo. Allí, bajo la pasarela, se han instalado una infravivienda y un asentamiento que han derivado en un foco de suciedad y residuos que impacta a su paso y causa preocupación y malestar entre los residentes.
Escondido en la base del puente, de reciente construcción, un habitáculo se ha levantado a base de tablones, colchones y otros objetos, aunque también destacan la presencia de numerosos elementos de mobiliario recogidos de los contenedores que se han adueñado de la zona. Junto a ellos, un mensaje instando a no tocar nada de lo allí depositado llama la atención, con el telón de fondo del campo del Atlético Baleares.
Mientras tanto, vecinos, residentes, estudiantes de centros educativos próximos o personas que acuden a supermercados, las pistas de petanca o al polideportivo Germans Escalas se asombran al contemplar el triste espectáculo, que denuncian los que lo sufren diariamente va acompañado de fuertes olores a orina y excrementos que, denuncian, los ocupantes de ese espacio depositan allí mismo.
«Se ha convertido en un basurero», lamentan los habituales de la zona, que reclaman una intervención por parte de Emaya y los servicios sociales del Ajuntament de Palma para recuperar el aspecto previo de la parte inferior del puente, convertido en un improvisado poblado en el que la basura y la suciedad ha ganado terreno hasta dibujar un triste panorama de insalubridad e inseguridad, pues esperan «que no pueda pasar nada como un incendio o un atropello», refieren los vecinos, al ubicarse ese enclave al pie de la Vía de Cintura y junto al acceso a la calle Sant Ignasi.