En una de sus visitas más discretas a la Isla, Michelle Obama eligió alejarse del bullicio turístico para caminar por uno de los rincones más desconocidos y encantadores de la Serra de Tramuntana. Acompañada por un pequeño grupo y con un discreto dispositivo de seguridad, la exprimera dama de Estados Unidos optó por perderse, literalmente, entre encinares, muros de piedra seca y panorámicas que se asoman al azul del Mediterráneo más intacto.
El sendero en cuestión no es otro que el Camí des Correu, una histórica vía empedrada que une los pueblos de Esporles y Banyalbufar. Utilizado desde el siglo XV como ruta de comunicación entre ambas localidades, hoy es parte del GR‑221, conocido también como la Ruta de la Pedra en Sec. Con unos 8 kilómetros de recorrido, permite una inmersión auténtica en el paisaje rural mallorquín.
El camino arranca en las inmediaciones de La Granja de Esporles y va descendiendo de forma amable, rodeado de vegetación autóctona y restos de antiguas infraestructuras agrícolas. Es una ruta de dificultad baja-media, ideal para hacer en familia o simplemente para quienes buscan desconectar del ritmo urbano.
Durante el paseo, los caminantes pueden disfrutar de tramos completamente empedrados, de sombra constante gracias al bosque y de miradores naturales hacia la costa. A mitad de camino, las vistas empiezan a abrirse y se intuye el mar a lo lejos, lo que convierte la caminata en una experiencia tanto física como visualmente impactante.
Al llegar a Banyalbufar, uno de los pueblos con más encanto de la Serra, la ruta se despide entre viñas en terrazas y arquitectura tradicional. Se puede regresar a Esporles en transporte público o, para los más aventureros, emprender la vuelta a pie.
El paso de Michelle Obama por este sendero refuerza su atractivo: un rincón auténtico, silencioso y profundamente mallorquín, que demuestra que los mayores tesoros de la isla no siempre están señalizados en los mapas turísticos.
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