Las vacaciones de verano son el momento ideal para aprender un nuevo hobbie o retomar uno que hayamos abandonado. Con más tiempo libre que el resto del año, tenemos más oportunidades para mejorar nuestras habilidades tanto fuera como dentro de casa. Además, el buen tiempo y los días más largos permiten disfrutar de horas adicionales en el exterior. Más allá de los pasatiempos habituales como cocinar, leer o hacer deporte, hemos dado con cinco fuentes de entretenimiento que se pueden disfrutar en grupo o individualmente. Actividades con las que se te pasará el tiempo volando.
Aprender (y practicar) un idioma
Crecer internacionalmente es una de las actividades más frecuentes de la temporada. Con infinitas oportunidades para viajar al extranjero, es el momento clave para lanzarse a aprender un nuevo idioma y descubrir su cultura. Una propuesta innovadora es cambiar el típico inglés por otra lengua, como el francés o el italiano. Sumergirse en sus raíces e indagar en la gastronomía, literatura, música y películas clásicas del país. El secreto está en encontrar una manera divertida de aprender.
Scrapbooking
El típico álbum de recortes, hace unos años, se convirtió en una tendencia viral entre los jóvenes. Scrapbooking es el nombre que recibió en redes sociales. Se trata de una técnica para coleccionar recuerdos a través de cuadernos personalizados. Una especie de diario personal que revaloriza memorias añadiendo elementos plásticos como fotografías, pegatinas, papeles con tramas y colores, cinta decorativa y una inmensidad de variables. Puede ser en momentos como las vacaciones en los que explorar más nuestro lado creativo.
Fotografía
Una disciplina con miles de apasionados, la fotografía puede ser un nuevo ámbito que disfrutar. Ir más allá de las redes sociales y hacerse con una cámara es el primer paso para empezar. Las modalidades son tantas como puedas imaginar: deportiva, submarina, artística, de viajes, de arquitectura, de paisajes, de naturaleza... Intercambiar la imagen digital, a la que estamos ya muy acostumbrados, por la analógica puede ser un reto divertido, con la clásica polaroid o una cámara con carrete.
Aprender a tocar un instrumento
El piano o la guitarra son los instrumentos más típicos para aventurarse en el mundo de la música. Un entretenimiento para resguardarse del calor, ya que, ahora es posible practicar desde la comodidad de nuestro salón. Vídeos en YouTube y aplicaciones móviles nos descubren los trucos para dominar un instrumento. También, de esta manera podrás descubrir música nueva o, incluso, lanzarte a componer tu propio tema. Una buena idea es empezar con bandas sonoras, tus discos favoritos o canciones del verano con las que ya estés familiarizado.
Jardinería
Crear tu propio jardín desde cero puede parecer un desafío desmesurado. Sin embargo, hay otras alternativas más sencillas para adentrase en el mundo de la jardinería. Lo más recomendable es empezar por espacios pequeños, e ir creciendo poco a poco. Quizás, unas plantas aromáticas, unas flores decorativas, un pequeño huerto o un cactus, sean un buen comienzo. Será necesario adquirir las herramientas básicas como una pala, unas tijeras, unos guantes y una regadera. Los primeros resultados serán tan satisfactorios que no podrás parar.