El doctor José María Jiménez Páez, geriatra del Hospital Quirónsalud Córdoba y especialista del Servicio de Urgencias del centro, ha asegurado que el paciente con Alzheimer «necesita una atención multidisciplinar, integral y continuada para ralentizar la evolución de la enfermedad», añadiendo que «el diagnóstico precoz es muy importante, para iniciar el tratamiento cuanto antes y favorecer unos cuidados óptimos».
Según ha informado el Hospital Quirónsalud Córdoba en una nota, el doctor Jiménez Páez ha explicado, con motivo de la celebración este miércoles del Día Mundial del Alzheimer, que «la atención ha de ser multidisciplinar, porque es necesaria la implicación de distintos profesionales, como médicos, enfermeras, terapeutas, fisioterapeutas y psicólogos, entre otros, para enlentecer la progresión de la enfermedad y retrasar su desarrollo».
Dicha atención «también tiene que ser integral, pues afecta a las esferas clínica, física o funcional, cognitiva, y psico-conductual y social, y debe ser continuada también, para valorar cuanto antes las posibles alteraciones que aparezcan y reajustar el tratamiento». Más un millón de personas padece Alzheimer en España y más del 30 por ciento de los casos de esta enfermedad está sin diagnosticar. En Andalucía son más de 100.000 las personas afectadas y más de 12.000 en Córdoba.
Se trata de una enfermedad neurodegenerativa del cerebro caracterizada por un deterioro significativo de la memoria, es la forma más frecuente de demencia, sola o combinada con otra enfermedad coexistente. Los signos y síntomas más frecuentes de la enfermedad de Alzheimer, que afecta a más de 50 millones de personas en el mundo, y se diagnostican diez millones de casos al año, son los olvidos, repetición de preguntas y de historias, pérdida de objetos, cambios de lugar de cosas, distorsiones de la memoria, combinación de recuerdos recientes y remotos, dificultades de expresión, y simplificación del lenguaje, entre otros. También se pueden desarrollar problemas de razonamiento y juicio, apatía, depresión e irritabilidad.
El doctor Jiménez Páez ha llamado la atención, igualmente, sobre la importancia de atender al cuidador principal, pues éste, que en muchas ocasiones es un familiar directo, como la pareja o los hijos del enfermo, «necesita también un seguimiento cercano y una valoración casi conjunta con el paciente, ya que los cuidados continuados de las personas con enfermedad de Alzheimer abocan a problemas en el cuidador, como ansiedad, depresión, alteraciones del sueño, fatiga, dolor en diferentes localizaciones y problemas de alimentación, entre otros».
Esta enfermedad es una de las principales causas de dependencia y discapacidad en las personas mayores, aunque puede afectar también a menores de 65 años, que padecen Alzheimer de inicio precoz. El doctor Jiménez Páez ha insistido en que aunque actualmente no hay un tratamiento curativo para la enfermedad de Alzheimer, «existe una batería de tratamientos farmacológicos y no farmacológicos que aportan calidad de vida, ralentizan el deterioro físico y cognitivo, y se mejora también la calidad de vida del cuidador principal».