En estas dos últimas semanas miles de estudiantes han recogido su boletín de notas y los padres se encuentran ante la tesitura de si deben premiar y cómo el esfuerzo. La coach personal y de salud, Marga Almarcha, explica que «tanto para los estudiantes como para los profesores, padres y madres, este curso ha representado un gran reto a todos los niveles, una gran adaptación que se ha dado a pasos agigantados porque la situación ha requerido ese esfuerzo tan necesario para poder sacar el año de la mejor manera posible, teniendo en cuenta, además que se venía ya de un año anterior donde las clases online llevaron a muchos estudiantes a bajar su rendimiento escolar».
Con todo este escenario, muchos padres se han encontrado con una baja motivación de sus hijos frente al estudio. «En ese afán de conseguir que nuestros hijos recuperen esa motivación, muchos son los que eligen premiar por sacar buenas notas como la mejor estrategia para conseguir ese resultado sin plantearse que con esta acción no se está reconociendo la valía personal sino sólo el resultado final basado en bueno-malo, pudiendo generar en ellos la relación premio-recompensa, lo que no necesariamente ayuda a aumentar la autoestima y la motivación de nuestros hijos; muy al contrario, les aleja del compromiso de hacer las cosas por satisfacción personal y de la mejor manera posible, donde va implícito el esfuerzo».
Además, advierte que «corremos el riesgo de potenciar una mentalidad materialista que le lleve a no valorar lo que tienen y lo que son, sumado a que pueden interiorizar la relación satisfacción con recompensa o premio. Como consecuencia se pueden dar episodios de frustración si ven que no son premiados cuando consigan algo y, también cuando no consigan el objetivo por el cual tienen el premio; perdiendo por el camino la gran oportunidad de aprendizaje que da el error».
En su opinión: «mantener esta táctica de premiar por el resultado nos aleja de enseñar responsabilidad, de asumir la obligación que por edad y circunstancias tienen que cumplir y ver el estudio como algo necesario en su formación y no como moneda de cambio de unos regalos».
Almarcha sostiene que «hay mejores formas de premiar las buenas notas de nuestros hijos que ayuden a dar un mayor aprendizaje como mostrar nuestro reconocimiento a su esfuerzo, a cómo se ha responsabilizado de sus obligaciones escolares, a cómo se ha adaptado a los cambios, a cómo han resuelto las dificultades con las que se han encontrado…quizá lo intangible es muchas veces el verdadero regalo que como padres y madres les podemos dar porque con ello sí estamos sembrando valores de vida como son el esfuerzo, la perseverancia, la constancia…los cuales no encontrarás en un regalo material. Recuerda que todo lo que puedas enseñar ahora es lo que se llevarán mañana».