En Mallorca, la Navidad se engalana con una tradición culinaria que va más allá de lo convencional: la degustación de churros. Estos deliciosos manjares fritos se han convertido en el corazón de las celebraciones invernales en la Isla. Mientras las calles se iluminan con luces navideñas, creando un ambiente que recuerda a los cuentos de hadas, los residentes y visitantes encuentran en los churros una forma perfecta de combatir el frío. Son ideales no solo como un desayuno energético sino también como una merienda reconfortante después de un día de compras o incluso como un cierre dulce tras una noche de fiesta. La experiencia se completa al sumergir estos churros crujientes y dorados en una taza de chocolate caliente, convirtiendo este sencillo acto en una verdadera celebración de la temporada navideña.
La Isla ofrece numerosos lugares donde uno puede disfrutar de este delicioso dulce. Desde bares acogedores hasta churrerías especializadas, Mallorca está repleta de establecimientos que sirven churros recién hechos, acompañados de una taza humeante de chocolate o café. Estos rincones se convierten en lugares de reunión, donde familias, amigos, parejas o incluso personas solas pueden disfrutar de los pequeños placeres que el invierno trae consigo en la época más mágica del año. Para aquellos que buscan comer churros, aquí ofrecemos una selección de los mejores bares y churrerías de Mallorca, cada uno con su encanto único, garantizando una experiencia inolvidable en estas fiestas navideñas.
Churrería La Artesana (Arzobispo Aspargo,5. Palma). Si buscas un local de toda la vida y libre de postureos, este es el indicado. En esta churrería de Ciutat ofrecen unos churros artesanos acompañados de un caliente y espeso chocolate.
Xurreria Rosaleda (Costa de la Pols, 12 Bajos. Palma). Esta empresa con más de setenta años de historia forma ya parte del plan de muchas familias en Baleares año tras año. Es un clásico, tanto que siempre hay colas. Muchos aprovechan esta época navideña para recorrer las calles decoradas de Palma y hacer un parón en este local.
Casa Iván (Carrer del Cardenal Rossell, 23. Palma). En la barriada del Coll d'en Rabassa es el lugar más típico en el que merendar y desayunar sus churros. Es conocido por su precio económico.
La Esquinita de Paco (Carrer de Can Malvasia, 1. Marratxí). Uno de los que nunca fallan. Como cada año amplían su horario hasta las 12 de la mañana para que los menos madrugadores también puedan deleitarse con sus churros tradicionales.
Churrería El Rocío (Calle de Bernat de Santa Eugènia. Santa Ponça, Calvià). Si buscas algo fuera de Ciutat, esta es una de las opciones para que disfrutes de un desayuno por todo lo alto. Destacan por sus raciones a primera hora de la mañana.
Casa Paola (Camí Salard, 22, Palma). Este bar del Rafal cuenta con una gran tradición en la elaboración de churros y porras. Un lugar para que los más golosos empiecen el día con este dulce que nunca falla.
Puestos del Parc de Ses Estacions (Palma). Si lo que prefieres es disfrutar del ambiente más navideño, siempre es una buena opción los puestecitos que hay en el centro de Palma mientras se da un paseo por los alrededores y se disfruta de las luces de Navidad. Hay varios a elegir.
Para aquellos que no son amantes de los churros o las porras, también tienen la opción de acompañar el chocolate caliente, el café o el té con otros alimentos. Por ejemplo, con una tradicional coca de cuarto o una ensaimada. Can Joan de s'Aigo (C/Can Sans, 10; y C/Baró de Santa Maria del Sepulcre, 5, y Carrer del Sindicat, 74) ha sido y es una de las chocolaterías más antiguas y conocidas en Mallorca. En sus locales de Ciutat se puede escoger entre una amplia gama de productos típicos mallorquines.