El año del conejo del mundo asiático entrará el domingo de la semana que viene y según los entendidos nos traerá esperanza. En el zodiaco chino, el conejo representa la longevidad, paz y prosperidad y 2023 vaticina 12 meses de ilusión después de tanto tiempo de crisis, pandemia y guerra. China es la nación más supersticiosa del mundo y durante las festividades del nuevo año lunar son más conscientes que nunca de los símbolos de la buena suerte. Es que todos los platos tradicionales del año nuevo (menos uno, que yo sepa) están repletos de simbolismo que dará a los comensales prosperidad y fortuna durante los 12 meses siguientes.
Como el año nuevo lunar, que siempre cae entre el 21 de enero y el 21 de febrero, también es el principio de primavera, siempre hay rollos de primavera en las comidas festivas. La conexión con la buena fortuna también está presente, porque el típico rollo es del mismo tamaño del antiguo lingote de oro de la vieja china imperial: quién coma más rollos, menos problemas financieros tendrá en el año siguiente. En algunas casas, hacen rollos más grandes que lo normal para así asegurar que no habrá ninguna duda de liquidez.
Para los chinos es muy importante vivir muchos años para poder recaudar mayor cantidad de lo bueno de la vida. Los fideos, que se pueden hacer con varios tipos de harina, simbolizan la vida y durante los 16 días festivos siempre se comen fideos de arroz: son más largos que los de trigo y así quien las coma vivirá más años. He visto a chinos mayores comer hasta tres cuencos de fideos larguísimos en estas fechas. Los chinos se toman el simbolismo culinario muy en serio. Un plato imprescindible para año nuevo es una lechona y la asan igual que los mallorquines: a fuego muy lento para que la carne salga tierna y sabrosa y la piel súper crujiente. Simbólicamente, la lechona está en la mesa para el disfrute de los dioses: si ellos se quedan contentos, entonces la felicidad está asegurada para toda la familia. Pero al final de la noche es la familia la que zampa la lechona.
Asimismo, un plato que solo se ve en las casas y nunca en restaurantes es cacahuetes en sus cáscaras que están hervidos durante más de una hora en agua condimentada con salsa de soja y anís estrella. Es el único plato de esas fechas que no está en la mesa para inundar a los chinos con buena fortuna. Es que a los chinos, igual que a nosotros, simplemente les gusta picar unos cacahuetes mientras que toman un aperitivo festejo.