Hace unos días entró en vigor un Real Decreto aprobado en 2019 por el Congreso en el que se limitaba el uso de sal a 13,1 gramos por kilo de pan. Esta medida no ha afectado en nada a los panes elaborados de una forma artesanal en Mallorca. «Como todo el mundo sabe, los panes más típicos de Mallorca, ya sea de pan blanco o moreno, se caracterizan porque se elaboran sin sal. Hay otros igual de saludables preparados y horneados en forns que sí usan este condimento, pero nunca llegan a los niveles marcados por este Real Decreto», señala el gerente de la Associació de Forners i Pastissers de Balears, Pep Magraner.
«El pan de Mallorca es un alimento muy sano precisamente por esta nula o muy poca utilización de la sal y así está reconocido por muchos», señaló Magraner.
Dos de los profesionales del sector más destacados, Rafel Solivellas, del Forn Can Rafel, en Búger, y Joan Seguí, del Forn de Sant Francesc, en Inca, explican que a ellos tampoco les afecta esta medida porque elaboran sus panes sin sal. «Quienes sí lo habrán notado son los que elaboran el pan con cereales como el centeno ya que necesitan la sal para estabilizar el pan», matiza Seguí.