El lunes por la noche los chinos de Mallorca (y el resto del mundo) han empezado su celebración más importante: el año nuevo lunar. Lunes es el equivalente de nuestra Nochevieja y el martes es el primer día del Año del Tigre. Según la leyenda, Buda llamó a los animales para que pudieran ayudar a divulgar su mensaje al resto del mundo. Los primeros 12 animales que llegaron a su lado fueron la rata, el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo.
Esos 12 animales forman el zodiaco chino y según su astrología también son Tigres las personas nacidas en 1938, 1950, 1962, 1974, 1986, 1998 y 2010. El año nuevo no es solamente lunes y martes. China es un país tan enorme que la fiesta puede durar hasta dos semanas para que los emigrantes tengan tiempo para regresar a sus casas natales para compartir esas fechas con su familia. Los chinos son muy supersticiosos en cualquier momento, pero en el año nuevo todo lo que hacen está enfocado en traer buena suerte.
Esas creencias se ven más que nada en las comidas festejas: cada plato tiene una simbología que está vinculada a la buena suerte y la prosperidad. En todas las casas chinas hay platos obligatorios por estas fechas. Los rollos de primavera están porque representan los lingotes de oro de la vieja China imperial. En algunas familias se hacen los rollos mucho más grandes que lo normal, para asegurar que no faltará dinero durante el año. No hay chino que no coma un buen bol de fideos en cada comida durante esas fiestas porque los fideos representan la vida. Y por esta razón, son más largos durante el año nuevo… para asegurar una vida duradera.
Otro plato muy especial durante este tiempo es la lechona asada. Simbólicamente, la lechona con su piel crujiente y la carne tan suculenta, está en la mesa para los dioses: si ellos están felices, habrá mucha prosperidad durante el resto del año… y, además, la familia comerá un plato delicioso. A veces el simbolismo más entrecruzado está reservado para los platos más modestos. Unas manitas de cerdo representan la mano humana y, por extensión, cualquier cosa que se puede tocar. Por año nuevo las manitas se sirven con setas negras y musgo negro. Musgo en chino es ‘fa cai', pero ‘fa' también es el verbo ‘prosperar'. El sonido de la palabra para seta (‘mogu') también significa ‘todo y de todas las maneras'. Se añaden algunas verduritas rojas al plato porque el rojo está asociado con el dinero. Por lo tanto este plato está diciendo al comensal: ‘Todo lo que tocas será un éxito y prosperarás en cualquier cosa que hagas'.
El otro día fui al restaurante chino Hemudu, en calle Ruben Darío, con una Tigre para festejar el año nuevo por adelantado. Comimos un estupendo menú a 13,80 euros: dos entrantes, dos tipos de fideos, dos principales y dos postres. Los rollos fueron crujientes y jugosos por dentro, los fideos con gambas espléndidos, pato con naranja un 10, y plátano rebozado otro 10. Y el premio de la nostalgia fue para el cerdo rebozado agridulce: fue el primer plato chino que comí cuando tenía 13 años.