La acumulación de cal en la ducha es un problema común, especialmente en zonas con agua dura, donde los depósitos de minerales, principalmente calcio y magnesio, se adhieren a las superficies, dificultando su limpieza. Además de afectar la apariencia, la cal puede obstruir la alcachofa de la ducha y reducir el flujo de agua, lo que hace aún más necesario eliminarla de manera eficaz y regular. Afortunadamente, existen trucos caseros económicos y respetuosos con el medio ambiente que permiten deshacerte de la cal sin esfuerzo.
Uno de los métodos más recomendados y accesibles es el uso de vinagre blanco. Este producto común de cocina es un poderoso desincrustante que elimina las manchas de cal sin dañar las superficies. Para aplicarlo, mezcla una parte de vinagre con tres partes de agua caliente en un pulverizador y rocía las zonas afectadas. Deja actuar esta mezcla durante unos minutos para que el ácido del vinagre disuelva los depósitos minerales y luego frota suavemente con una esponja. Para una limpieza más profunda, si la acumulación es severa, deja actuar el vinagre durante media hora antes de enjuagar con agua caliente. Este sencillo paso no solo elimina la cal sino que también ayuda a prevenir futuras acumulaciones.
Otra alternativa efectiva es la combinación de bicarbonato de sodio y limón. Mezcla el bicarbonato con el jugo de limón hasta formar una pasta espesa y aplícala en las áreas con cal, como los grifos o los azulejos. El limón, al igual que el vinagre, es ácido y ayuda a deshacer la cal, mientras que el bicarbonato actúa como un abrasivo suave que facilita la limpieza. Deja la mezcla durante unos minutos, frota y enjuaga con agua. Este método es ideal para superficies que requieren un cuidado adicional, ya que el bicarbonato es menos agresivo que otros productos de limpieza comercial.
Para mantener la ducha libre de cal en el tiempo, es esencial secar bien las superficies después de cada uso, evitando que el agua se evapore y deje residuos minerales. Además, limpiar regularmente con vinagre o limón evita que la cal se acumule en grandes cantidades, lo que facilita el mantenimiento. Otro consejo es considerar la instalación de un filtro en el cabezal de la ducha, lo que puede ayudar a reducir la cantidad de minerales en el agua, disminuyendo así la formación de cal.