Para lavar la ropa existen multitud de productos, pero nunca nos paramos a pensar en cuál funciona de forma más efectiva o si es mejor el detergente líquido o en polvo. La cuestión es que todo tiene sus pros y sus contras, depende de nuestras necesidades y el resultado que estemos buscando. Existen diferencias y aquí te las vamos a explicar.
El detergente líquido se disuelve más rápido y de esta forma se facilita la forma de dosificar el producto. En cambio el polvo puede dejar manchas en la ropa y es ligeramente abrasivo, eso sí, limpia mejor la ropa, pero también hace que se desgaste más rápido. Por otro lado, el detergente líquido cuida más la ropa delicada y colorida, y la mantiene en buen estado durante más tiempo.
En cuanto a ventajas y desventajas, el líquido lava bien en temperaturas bajas pero si lo hacemos con demasiada frecuencia y usamos mucho detergente, los resto de grasa se acumularán en el tambor, en las mangueras y en el borde de goma en la puerta. Esos restos grasos no son más que residuos de jabón y escamas de piel que terminan haciendo que la ropa huela mal y la lavadora se obstruya. La solución está en hacer lavados sin ropa con productos de limpieza especiales para eso utilizamos remedios caeros como el vinagre que limpia y desinfecta.
De cara al medio ambiente, lo mejor es lavar la ropa con una temperatura más baja y con detergente líquido. Más del 60 por ciento de nuestra ropa contiene microplásticos que se desprenden en nuestros lavados, es por eso que el consejo que dan los especialistas es no lavar las prendas en exceso y dosificar el producto lo más que podamos. Así ayudaremos al medio ambiente y a la larga ahorraremos en materias primas.