Hay muchos alimentos que aunque creamos que son buenos para nuestros perros la realidad es que no, es fundamental saber qué alimentos pueden o no comer. Los frutos secos son unos de los menos recomendados para la salud de nuestras mascotas, entre ellos están las nueces y las nueces de macadamia, ya que naturalmente son tóxicos para los perros y por ello debemos evitar que los consuman. Su ingesta puede provocarles vómitos, diarrea, fiebre, temblores, malestar general o, incluso, fallos sistémicos.
Las uvas pasas son otros de los alimentos que nunca deben comer, podrían sufrir una insuficiencia renal durante las 48 o 72 horas posteriores. Cuánto más oscuro sea el fruto más intolerante y tóxico es para nuestra mascota. Los síntomas más comunes que sufren son el dolor abdominal, la debilidad, la inquietud, deshidratación o los temblores. Por otro lado, los pistachos aunque no sean tóxicos para nuestros perros, tampoco les sientan demasiado bien a su organismo.
En cuánto a frutos secos permitidos y que si son beneficiosos para su salud se encuentran las almendras, las avellanas y los cacahuetes. Sin embargo, tampoco es recomendable excederse, ni abusar de ellos. Debe ser siempre de forma ocasional y no como parte fundamental de su dieta. Además, debemos tener en cuenta que las proteínas son la base de la alimentación de un perro, puesto que aportan la mayor parte de la energía que permite que el cuerpo funcione correctamente.
El aparato digestivo de nuestra mascota está preparado para digerir cantidades altas de proteínas, especialmente de origen animal, carne o pescado, pero también de origen vegetal como son los hidratos de carbono. En este sentido, podemos decir que las carnes, las vísceras, pescado y los huevos son las principales fuentes de proteína animal que más se recomiendan en una dieta perfecta para nuestro perro. En cualquier caso, consultar con un veterinario siempre será la mejor forma de asegurarnos del bienestar y de sus necesidades metabólicas.