Los musulmanes ya han iniciado el mes sagrado del Ramadán. Esta celebración de ayuno y oración cae cada año en una fecha diferente debido a los ciclos de la luna. En esta ocasión, ha comenzado el jueves 23 de marzo y terminará, después de 29 días, la noche del viernes 21 de abril. Durante estas fechas los musulmanes deben abstenerse de comer, beber y mantener relaciones sexuales desde el alba hasta la puesta del sol. Unicamente pueden tomar una comida antes del amanecer, conocida como suhoor o sehri y no comen ni beben nada hasta que rompen el ayuno al atardecer para la cena, llamada iftar o fitoor. Sin embargo, ¿qué pasa si alguien rompe el ayuno?
El ayuno en el mes de Ramadán es uno de los cinco pilares del Islam, y por ello su ruptura sin una razón válida, se considera un pecado grave. La persona que lo incumple debe arrepentirse inmediatamente (a través de taubah) y después ofrecer la expiación (kaffarah) por su acto. La expiación consiste en ayunar durante sesenta días consecutivos y si no se puede hacer, debe alimentar a sesenta personas. En el caso de que exista algún impedimento para realizar las dos cosas, tiene que pedir el perdón de Alá, que se le conoce como hacer istighfar.
Por otra parte, hay algunos países musulmanes en los que la ruptura del ayuno tiene consecuencias más duras. En Marruecos el artículo 222 del Código Penal castiga con penas de entre uno a seis meses de cárcel, más una multa, a «todo individuo notoriamente conocido por su pertenencia al Islam que rompa ostensiblemente el ayuno en un lugar público durante el Ramadán». Mientras que en Afganistán quien sea visto a plena luz del día comiendo o fumando recibirá entre 39 y 80 latigazos; si reincide, irá a la cárcel tanto tiempo como decida el juez.