El auge de los productos ecológicos es indiscutible. En el vídeo que acompaña a esta noticia hemos aprendido a diferenciar este tipo de alimentos cuando vamos a hacer la compra pero, ¿merecen la pena? ¿Qué beneficios nos aportan?
Hay que tener en cuenta que un alimento ecológico es un producto que respeta la naturaleza y que se produce de manera sostenible. En este tipo de productos hay limitaciones muy estrictas con el uso de productos químicos como pesticidas, fertilizantes y medicamentos como los antibióticos.
Respecto a los animales de ganadería ecológica, pastan libremente en el aire libre y son tratados de acuerdo a las condiciones de bienestar animal.
Seis de cada diez españoles aseguran que compran este tipo de alimentos por motivos de salud, ya que consideran que estos productos son mejores. Pero... ¿es cierto? A día de hoy no existen evidencias científicas de que sean mejores nutricionalmente hablando. Aunque hay personas como Silvia Llamas, directora de Desarrollo de Negocio de Haciendas Bio, que tienen «la convicción absoluta de que la alimentación ecológica es más saludable debido al gran número de controles que ha seguido».
Y es que, como añade la experta, «estamos invirtiendo en salud, protegiendo nuestro medio ambiente y colaborando con una economía responsable, descentralizada y de precio justo a la vez que se devuelve vida al mundo rural y se crean empleos».
Por lo tanto, según las evidencias científicas, la comida ecológica no es ni más sana ni más segura que la convencional. Eso sí, el sello ecológico promueve ciertas prácticas de agricultura y ganadería que son beneficiosas para el planeta y sobre todo para el bienestar de los animales.
En conclusión, escoger estos productos por su supuesto valor nutricional será una cuestión de confianza del consumidor; lo que sí es indiscutible, es que la forma de producir este tipo de comida será más responsable con el medio ambiente.