Mucha temperatura, poco tomate

El excesivo calor de finales de junio hace que la producción local caiga más de un veinte por ciento

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El tomate (Solanum lycopersicum) es una planta de clima relativamente cálido. Pero cuando la temperatura sube en exceso se estresa y aborta flores o frutos para evitar perecer. Esto es lo que está pasando actualmente en los campos de Mallorca debido a la intensa ola de calor padecida el mes de junio.

Para el tomate, las temperaturas óptimas según el ciclo de vida son de entre 15 y 18 grados centígrados durante la noche y temperaturas diurnas de 24 a 25 grados, con temperatura ideal de 21 grados en la floración.

Martí Gelabert, payés de Manacor, estima «una merma de producción superior al 20 por ciento respecto del año pasado. Las expectativas de este año son inciertas para el sector pues la campaña ha empezado muy mal. No esperábamos que junio trajera este calor excesivo».

Las temperaturas han superado durante muchos días los 35 grados. Tomeu Dalmau, payés de s’Horta, explica que «cuando el calor excede de 35 grados las plantas de tomate se protegen ante el peligro de sucumbir. Es cierto que soportan muy bien el calor pero este exceso es demasiado para ellas». El agricultor indica que «si la planta está en floración aborta las flores, y si ya ha fructificado detiene el desarrollo del fruto que queda inmaduro y muchas veces cae».

Por otra parte, «el exceso de calor afecta a la posible cosecha tardía pues ahora se habrían sembrado las plantas», indica Miquel Reus, payés de Muro, que añade: «Yo he renunciado este año a sembrar. Muy pocos agricultores siembran ya tomate tardío porque da muchos problemas». Tomeu Dalmau agrega que «el problema es que el exceso de calor de estos días ha abrasado a muchas plantas juveniles sembradas para esta cosecha y sin duda este verano habrá poco tomate local».

No obstante, el payés mallorquín apunta que «no quiere decir que el descenso de producción suponga una mejora de precio que compense la merma al productor. Nuestro problema es que la producción externa llega con mucha facilidad. Si Marruecos ofrece tomate barato los mayoristas nos inundarán con tomate marroquí y el consumidor ni se dará cuenta. Nosotros seremos los que venderemos menos y asumiremos los elevados costes». De hecho, estos días está llegando mucho tomate procedente de Polonia a los almacenes de los distribuidores de Mercapalma, según confirmó el jueves pasado una fuente próxima.