La unión hace la fuerza, y así lo tuvieron claro los socios fundadores de la Cooperativa Agrícola Simó Tort, la única que todavía se mantiene en activo en la ciudad de Manacor. Aquella unión de un grupo de agricultores en el año 1977 supuso también un cambio en la manera de obtener los productos necesarios para el campo. Hoy, 47 años después, la realidad agrícola de Manacor -y de toda la Isla- es muy diferente, pero la Cooperativa mantiene la esencia de sus raíces y, a su vez, se adapta a las nuevas demandas de los socios y clientes.
En la tienda de la avenida del Parc, encontramos a Antoni Rosselló Llull (Manacor, 1969) que se ha pasado más de media vida faenando de una manera u otra en la cooperativa. Desde hace 24 es también socio y copropietario. Rosselló asegura que en este tiempo la agricultura ha cambiado mucho. «Si antes había diez payeses que llevaba 10 quarterades cada uno, y ahora las 100 quartarades se concentra en un único payés que lo lleva todo. En su mayoría jóvenes que tiene maquinaria y otras maneras de trabajar», explica Rosselló mientras mantiene viva la esperanza en el futuro del sector. Es más, añade que estos cambios han supuesto también que «los animales de compañía han crecido y el payés medio ha desaparecido. Aquellas personas que tenían 3 o 4 cerdos en su casa, ahora ya no existen. O tiene 60 o 1 para consumo propio. Lo mismo sucede con las gallinas o los conejos. O es profesional, el medio no existe o solo es autoconsumo».
Ello también ha implicado un cambio de mentalidad en la propia cooperativa. Si bien aseguran que tienen una visión continuista bromea al recordar que «si cuando empecé me hubieran dicho que tendríamos un palet de pienso de perro para vender, no me lo habría creído». «Ahora tenemos más pienso de perro que para toros», sentencia.
La cooperativa abastece a agricultores o aficionados de todos los productos necesarios para el campo, aunque una de las especialidades de la de Manacor son los plásticos para los invernaderos. agrícolas. «Servimos a todas las cooperativas de Mallorca y somos los únicos que cortamos plásticos al por mayor. Nosotros podemos hacer en dos o tres días todos los plásticos para un invernadero sin tener que recurrir a la península», explica el socio.
En este punto, la Cooperativa también se ha adaptado a las políticas verdes dictadas por las administraciones y que contribuyen a la mejora medio ambiental. Sobre el precio de los productos, Antoni Rosselló asegura que la crisis de Ucrania -o la especulación sobre ella- elevó los precios de los insumos aunque mantiene que a día de hoy, los valores se han moderado: «Es verdad que están más caros que antes, pero no hay una gran diferencia. Si hubieran subido poco a poco en este tiempo, no nos hubiéramos percatado de ello», sentencia contundente.