La Associació de Varietats de Mallorca (AVL) sigue trabajando, catalogando e investigando sobre las variedades autóctonas. Entre otros muchos proyectos que tiene en marcha, hoy hacemos hincapié en el de la selección y promoción de la col borratxona como producto singular de la agricultura y la gastronomía de Mallorca.
Como primer paso, se ha hecho una prospección para saber cuántas variedades de ésta col existen. Por ello se ha trabajado con los bancos de germoplasma, tanto de la Conselleria d'Agricultura como el del Jardí Botànic de Sóller, el de la propia asociación de variedades locales, así como también se ha hecho una encuesta entre los socios agricultores para que pudieran aportar todo tipo de información. Primero se sembraron las semillas y hecho plantel en la finca de ca na Justa, a partir de su diferente origen y diferente naturaleza, y posteriormente las coles se sembraron y han crecido en la finca sa Volta, cedida por Agromart, en Porreres.
«Una vez las coles están en su punto óptimo, se ha empezado a desarrollar un análisis estadístico a partir de todos los descriptores (las diferentes partes que conforman la col); un análisis que radiografiará cuál será el retrato robot de la col borratxona, explicó Bel Mozo, técnica de la AVL. Pero este retrato todavía está en confección. «No sabemos cómo será. Sabemos que hay una col borratxona grande y otra de pequeña por lo que nos han comentado tanto los agricultores como los técnicos de los bancos de germoplasma, pero con este estudio queremos saber a la práctica si ésta pequeña, que se llama de set setmanes realmente se diferencia de la grande, y cómo es cada una de éstas», explica Mozo.
Para que el estudio sea el máximo de preciso, también se realiza mucho trabajo de campo con entrevistas a agricultores y a personas entendidas y estudiosas de la materia para conseguir cuantos más datos posibles, y analizarlos.
¿Qué se pretende con ello en un futuro? A día de hoy la col es un alimento que se está consumiendo de cada vez menos. Además, dentro del mercado existen variedades foráneas que a veces hacen confundir al consumidor que quiere comprar la variedad local borratxona. Así, se quiere promocionar como producto singular de la Isla, y que se consuma.
Es por eso que es necesario un trabajo de promoción para darla a conocerla entre la población, y volver a impulsar su uso en la gastronomía, tanto en recetas que se han ido perdiendo como con recetas innovadoras. Así, se espera aumentar su visibilidad y la demanda, beneficiando directamente al sector.
Finalmente, este proyecto servirá como punto de partida para poder llevar a cabo un proceso de mejora de la col borratxona, para hacerla más óptima para todos los tipos de productores, y para que se pueda extender su cultivo entre todo el sector. Alguna de las mejoras que se podría conseguir sería la de alargar la época del espigado, para poder alargar la temporada de producción, o la de obtener coles más tempraneras y bien formadas.