La expresión parada ‘en seco' viene que ni pintada para lo que está aconteciendo en Mallorca y también en el resto de España con la temporada de setas. Tal es la escasez de las habitualmente más demandadas: níscalo; esclatassang (Mallorca) (Lactarius deliciosus y Lactarius sanguifluus) y rebozuelo; picornell (Mallorca) (Cantharellus cibarius y Cantharellus alborufescens) que algunos mayoristas que habitualmente nutren las fruterías y supermercados de la Isla están distribuyendo menos de una quinta parte de lo normal en estas fechas.
Àngel Segura es responsable de la sección de compra-venta de setas de la Corporación Agroalimentaria Agroilla SL, uno de los grandes mayoristas de la Isla. Segura sostiene que «es impensable para nosotros poner a la venta este año esclatassang local puesto que los payeses y aficionados apenas encuentran y lo destinan al autoconsumo, pero por otra parte estamos teniendo serios problemas para traer producto de la Península puesto que allí la temporada es también muy mala».
El comerciante indica que «otros años era habitual poner a la venta dos y tres palets de setas al día, ahora mismo hablamos de medio palet y a veces ni eso».
La explicación para lo que acontece es muy sencilla. Como explica Josep Lleonard Siquier, experto micólogo, coautor de la enciclopedia Els Bolets de les Illes Balears, y una de las máximas autoridades en micología de España, «ha llovido muy poco y encima estamos padeciendo auténticos vendavales. Los bosques están secos y barridos por el viento. Este es uno de los peores escenarios posibles para que los hongos fructifiquen».
El experto informa, a modo de ejemplo, pero que se puede extrapolar, la cantidad de lluvia medida en Pollença durante los últimos meses. Según los datos de Siquier han caído: un litro en julio; 82 en agosto; 32 en septiembre; 66 en octubre y en lo que llevamos de noviembre hasta el día 9 han caído 11 litros, «eso es realmente muy poco», afirma el micólogo.
Siquier explica que «esta semana ha llovido un poquito, pero hasta mediados de la semana próxima no se prevé que vuelva a llover. La temporada se podría salvar un poco y alargarse si lloviera más adelante y no soplase viento, ni hiciera demasiado frío. Pero, en principio, nada apunta a que la temporada se salde bien, aunque siempre debemos esperar hasta el final para contar».
Otro de los factores que están afectando es la mala calidad de las setas pues muchas de ellas están invadidas por larvas de insecto. Lo más habitual es que sean larvas de mosca. Segura detalla Àngel Segura: «Esta misma semana rechazamos un envío de la Península por su mala calidad. Estamos trabajando cada día con un producto que se aleja mucho de la calidad de otros años lo que nos obliga a estar muy atentos». De nuevo Siquier ofrece la explicación a tal afección. «No hace suficiente frío para evitar la actividad de los insectos. Algunas noches hemos estado a 16 grados, lo que es una temperatura primaveral. Con esta bonanza es normal que campen a sus anchas y afecten mucho a la calidad de las setas».