Cada jueves de mercado en Inca se puede encontrar a Antònia Matas (Sant Joan, 1966) en su puesto de venta de plantas situado frente al Ajuntament. Es una persona muy popular y afable, que conoce a su clientela desde hace años y se sabe todos los entresijos de la venta directa y personal. No en vano, Antònia ya visitaba Inca con su bisabuelo para vender planter, aunque en esa época se colocaban frente a Can Delante, y desde los 16 años se dedica junto a su hermano Toni al negocio.
Su oferta actual comprende las hierbas aromáticas, las plantas de hortalizas, las semillas de variedades mallorquinas y las plantas de temporada. La mayoría de ellas las cultivan en la finca familiar en Sant Joan, conocida como Horta. Antònia explica que la inmensa mayoría de sus clientes «son personas que tienen una casa en el campo o un chalet y que mantienen un pequeño huerto». Por esta razón, las tomateras de ramellet, el pimiento blanco o el tomate muchamiel son su producto estrella. En cuanto a las plantas ornamentales destacan sus cultivos de filodendro, el jazmín o las fresias.
Como han tenido que hacer ahora todos los profesionales que se dedican a las tareas del campo, Antònia ha tenido que adaptarse a las nuevas normativas europeas que prohiben el uso de ciertos productos fitosanitarios. «La plaga de la tuta afecta normalmente a los tomates y ahora tenemos que buscar alternativas para seguir como antes», explica Antònia.
El temporal de lluvia y nieve de estos pasados días ha afectado también a la producción que tiene en Sant Joan. «De momento podemos decir que nos ha afectado bastante, pero aún es pronto para saber el alcance de los desperfectos que nos ha causado porque siempre hay que esperar unos días para ello», señala.
A más largo plazo, Antònia Matas también subraya que los efectos del cambio climático se notan en el proceso de crecimiento de las plantas y en el calendario tradicional agrícola. «Las plantas son muy inteligentes y saben adaptarse al clima, aunque eso suponga cambios en su comportamiento. Ahora es imposible plantar coles a la seca, como se hacía antes, porque los ciclos del clima varían mucho y rápido».
En cuanto a la evolución de la clientela en los mercados de los pueblos, Antònia recuerda como «antes a las seis y media teníamos a payeses que venían a buscar producto y en una mañana se podían vender mil coles. Ahora la gente empieza a venir sobre las nueve de la mañana y la venta es más al detalle, como una col, una planta, una tomatera o una variedad aromática». A Antònia y sus plantas se la puede ver cada semana en diferentes mercados. Además del de Inca está en Sineu, Manacor, Artà, Capdepera y Cala Rajada, Llucmajor, Algaida, Santa Maria, sa Pobla y Felanitx. En Palma tiene un puesto en la plaza de Pere Garau tres veces por semana.