Aunque durante una década Xisco Llompart (Llucmajor, 1972) compaginó la docencia con su pasión por el campo, hace cinco años que decidió dejar su trabajo de profesor y volcarse de pleno en la ganadería ovina; «un paso muy arriesgado pero que compensa». Desde el momento que Llompart se volcó con la agricultura tuvo claro que lo haría a través de una explotación ecológica. También apostó por sustituir los almendros que había en su finca por algarrobos, un árbol idóneo en los climas de sequía y cuyo fruto está en auge.
Llompart es un acérrimo defensor que la agricultura ecológica y asegura que los que la practican «de cada vez somos menos raros». En su finca de 120 hectáreas ubicada en sa Marina de Llucmajor tiene un rebaño de unas 150 ovejas con el método holístico, que consiste en mover a los animales por los cercados y así no agotar el pasto. «Con este sistema podemos reaprovechar más veces la planta y ayuda a la captura de carbono de la tierra. Así conseguimos tener corderos ecológicos y el ganadero vuelve a tener un control básico».
Aunque Llompart asegura que de cada vez hay más personas que se dedican a la agricultura ecológica, critica que desde la Conselleria d'Agricultura no se apueste por este sistema. «La agricultura ecológica tiene, actualmente, el 15 % de la producción y las directrices europeas marcan que debemos llegar al 25 %. Los que la practicamos tenemos una visión optimista pero no vemos que desde la Conselleria se den los pasos necesarios para ir hacia la transformación. La administración trabaja para conservar el modelo de agricultura integrada». Llompart añade que «lo ecológico implica una rigurosidad muy bestia, aunque quien nos dedicamos a ello somos un sector joven que tenemos presencia en las fincas y más ambiciones que el sector convencional».
Desde su recién estrenada presidencia (hace un mes que le nombraron en el cargo) en el Consell Balear de la Producció Agrària Ecológica (CBPAE), Xisco Llompart quiere luchar por conseguir que los productos ecológicos cuenten con un sello de producción ecológica y hecha en Baleares. Este órgano se encarga de controlar toda la cadena de producción, elaboración y comercialización de los productos ecológicos. Justamente, este último paso es el más complicado para este sector y por esta razón apuestan por los comedores escolares, por acercar los productos a los hoteles y trabajan para reducir la exportación.
Desde el CBPAE lucharán para conseguir un puesto destacado en el mercado y Llompart pide a la Conselleria que también vaya por este camino. «El 90 por ciento de las personas que se meten en la agricultura ecológica se quedan y la medida de edad de los payeses ecológicos es de 50 años. Tenemos un modelo de crecimiento, pero no vemos que haya políticas que lo apoyen» de manera tan clara como sí lo hace la propaganda que impulsan», dice.