La zona noreste de Mallorca es conocida por la producción de patata. Aunque es más conocida la de sa Pobla y Muro, a pocos kilómetros del mar, en la finca de Santa Eulàlia, en Can Picafort, hay una considerable extensión de éste cultivo, terreno que gestiona desde hace cuatro años la empresa Agrime (socia de Agroilla). Su técnica agrícola, María Marqués, explica que anualmente hacen dos siembras siguiendo los patrones y costumbres de sa Pobla, una a mediados de enero (por Sant Antoni) y otra a mediados de agosto (por la Mare de Déu d'Agost).
Para la primera, explica Marqués, se compra semilla certificada. Así se siembra semilla nueva, libre de patógenos, de virus y de hongos. Y, para la segunda, se utiliza la patata pequeña extraída de la primera –en junio-. Así, con una compra de semilla al año hacen las dos siembras; ambas tienen el mismo patrón, a excepción del momento del brote de la planta. La de enero tarda entre un mes y un mes y medio aproximadamente en salir, mientras que la de agosto brota al poco tiempo de haber sido sembrada. A partir de este punto el ciclo va en paralelo. La planta saca las hojas, suele tener entre cinco y siete, y se forman las patatas. El número de patatas depende de la variedad que siembras, las hay de más grandes y de más pequeñas (patató, por ejemplo).
La patata sembrada en enero se recoge a principios de junio, y la de agosto a principios de diciembre, o sea, dentro de unas semanas. Ahora, las plantas ya no crecen y la patata está engordando. María Marqués explica que «la patata es muy golosa»; le gusta que la nutran bien de abono y de agua. Se riega por aspersión y uno de sus principales enemigos, en invierno, son las heladas nocturnas, principalmente de madrugada. Para que no las queme, no queda más remedio que poner en marcha los aspersores para eliminar la escarcha.
Las patateras se siembran a poco más de un palmo entre ellas, tres o cuatro plantas por metro, dependiendo del calibre que interese obtener. Cuanto más expandida se siembra, más grande es, pero menos kilos produce. La cantidad de siembra se mide por los kilos de semilla por hectárea. Suele estar entre 2.400 y 2.600 kilos por hectárea. La extracción se hace con una máquina con un artilugio especial para no dañar la patata.
Una vez en el exterior, el proceso todavía no ha terminado. Hay clientes que les gusta sin limpiar, es decir, así como sale de la tierra, en cambio, otros la prefieren limpia y se remoja con agua para quitarle los restos de tierra. Agrime no exporta. Toda la patata que produce se consume en la Isla. Por ello sólo cultivan una variedad, la patata blanca, «la de toda la vida en Mallorca». En Santa Eulàlia, además de patata, durante el año siembra otros productos.