El museo modernista Can Prunera de Sóller fue este martes el escenario de la asamblea anual de la Asociación Balear de la Empresa Familiar (ABEF), que reunió a representantes de sus 83 empresas asociadas para celebrar el 26º aniversario de la entidad. El evento sirvió como espacio de reflexión sobre el papel presente y futuro de la empresa familiar, poniendo el foco en el factor humano como eje fundamental.
Inés Rotger, presidenta de la ABEF, abrió la jornada destacando que las personas deben estar en el centro de toda estrategia y recalcó que la cohesión familiar es clave para el buen funcionamiento empresarial. También instó a los responsables políticos a considerar que estas empresas piensan a largo plazo, en términos de generaciones. El alcalde de Sóller, Miquel Nadal, subrayó la importancia de la empresa familiar en la economía balear, recordando que representan el 94,4 % del tejido empresarial, y elogió tanto la elección del lugar como el papel cultural de Can Prunera.
Además, Celia Torrebadella, directora territorial del Banco Santander, reafirmó el apoyo de la entidad a este tipo de empresas, especialmente en procesos de digitalización y sostenibilidad.
Uno de los momentos destacados fue la conferencia del consultor Xavier Marcet, quien defendió un liderazgo humanista y alertó contra modelos empresariales autoritarios. Habló también del impacto de la inteligencia artificial, señalando que aunque transformará el trabajo, no eliminará la necesidad del talento humano.
La jornada cerró con una mesa redonda sobre el legado y el futuro de la empresa familiar, con intervenciones de Lina Mascaró, Bartolomé Riera y Miquel Rullán, quienes compartieron distintas visiones sobre innovación, continuidad y compromiso cultural. El encuentro concluyó con una visita guiada al museo y un cóctel, favoreciendo el intercambio distendido entre los asistentes. Can Prunera, cargado de historia y proyección de futuro, sirvió como símbolo del equilibrio entre tradición y renovación. La jornada dejó claro que la empresa familiar sigue siendo un pilar esencial para el desarrollo económico y social de las Islas Baleares.