El restaurante Sumaq de Santa Catalina celebró por todo lo alto su décimo aniversario con una fiesta en la finca Llorac, donde Irene Gutiérrez y su socio, Roberto Pons, ejercieron de anfitriones de casi 300 invitados. Al atardecer, fueron recibidos con una alfombra roja y una elaborada decoración floral y frutal en el patio de la finca en la que la chef peruana inició su trayectoria en Mallorca de la mano de Nadal Real y Marisol Amengual, los propietarios, nada más llegar de su país natal.
Con esta fiesta, los responsables de Sumaq quisieron agradecer a su clientela la fidelidad que les ha permitido crecer y consolidarse en el panorama gastronómico de alto nivel de Mallorca. Tras el aperitivo servido en la terraza mientras los invitados que se animaron desfilaban por el photocall, todos pasaron al interior de la carpa, donde se sirvió una cena en la que no faltó el plato estrella de Perú, el ceviche, elaborado por el personal de Sumaq. Emocionada, la chef ofreció un discurso de gratitud «por haberme permitido trabajar y dar trabajo a otras personas». Durante la velada presentó un libro en el que narra su historia de superación