Jordi Évole ha acudido este jueves a El Hormiguero para presentar la nueva temporada de Lo de Évole. El primer programa, que se podrá ver este domingo en La Sexta, contará la historia de Morad, un conocido rapero que está arrasando en Spotify. Al margen de la promoción, el periodista no pudo evitar opinar sobre el tema del día: la crisis interna del Partido Poular. «He visto la rueda de prensa de la presidenta de la Comunidad de Madrid primero y luego la de Teodoro García Egea. Era como ver El juego del calamar en directo, solo puede quedar uno o ninguno. Creo que García Egea no llega a mañana», aseguró.
Pero una de las sorpresas de la noche llegó cuando apareció en el plató el doble de Jordi: «¡Es Gordi Évole!», indicó Pablo Motos. Eso sí, el comunicador ya conocía a Paco ya que fue él mismo el que lo localizó a través de las redes sociales: «La gente se conoce por Tinder y nosotros por TikTok. Me llegó el vídeo e hice un llamamiento por Twitter. Resultó ser de Viladecans, a cinco minutos de mi casa. Cuando le conocí empecé a sospechar de mi padre», bromeó. Y es que el catalán en las últimas semanas se ha convertido en un rostro muy conocido: «Incluso me piden autógrafos».
La entrevista terminó, una vez más, con un susto. Cuando acababa el programa Évole volvió a sufrir un ataque de cataplexia. Eso sí en esta ocasión Motos y su equipo, que ya han vivido esta situación en otras ocasiones, esperaron con calma a que Jordi se recuperase para despedirse. La cataplexia, tal y como ha explicado en distintas ocasiones el propio Évole, se trata de «un desajuste en el sueño, que se manifiesta en que cuando te ríes te caes. El sueño que no has tenido profundamente durante la noche te entra por ahí, y todo el cuerpo se te duerme menos tu cabeza, que sigue consciente». Por este motivo, cuando acude a formatos de humor como El Hormiguero, sufre este tipo de ataques.