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Isabel Pantoja: «Han sido dos años dolorosos»

Isabel Pantoja, durante la entrevista. | Antena 3

| Madrid |

Isabel Pantoja reapareció en «El Hormiguero» tras salir el 2 de marzo de la cárcel, una palabra que evitó pronunciar en todo momento y una experiencia a la que sólo se refirió para reconocer que fueron dos años «dolorosos» de los que trata de «salir psíquicamente» con su trabajo.

Radiante, vestida con un conjunto negro con lentejuelas que realzaba su figura y con el pelo recogido, se presentó la Pantoja a la única entrevista que ha concedido a un medio español para hablar de su nuevo trabajo, «Hasta que se apague el sol» (Universal Music), lanzado el pasado noviembre.

Fue artista y no reina de las revistas de corazón ni protagonista de páginas judiciales en la entrevista con Pablo Motos. Sólo hubo una referencia a la condena de dos años de prisión por blanqueo de capitales: «Han sido dos años difíciles, intensos, dolorosos, de lo que estoy tratando de salir psíquicamente a través de mi trabajo, mis canciones (...). Gracias a Dios estoy mejorando cada día».

Reconoció estar «un poquito nerviosa» en esa reaparición en televisión, pero la entrevista, grabada aunque emitida en lo que se conoce como un «falso directo», fue amable y permitió a la tonadillera reirse, emocionarse en momentos como la llamada de su hijo Kiko Rivera -que «rapea» en un tema del disco- y recibir el cariño de su público.

Su relación con su madre, a la que llama «cada dos horas» y que le habla «como si tuviera 5 años», el recuerdo de las personas importantes que «se fueron» como su padre y su marido, el malogrado torero Francisco Rivera «Paquirri» -«hablo mucho con ellos. He tenido mucho tiempo para pensar y mucha capacidad para hacerlo», ha dicho- sus hijos y nietos coparon la parte personal de unas declaraciones en las que no apareció Julián Muñoz.

A su expareja sólo hubo una velada referencia sobre la letra de la canción «Ahora que te vas», en la que se habla de «un mal amante, un mal amigo y un profesional de la mentira». «Yo no soy la compositora de esta canción», ha salido al paso.

También ha recordado a Juan Gabriel, su «compadre», del que fue «compañera artística, amiga íntima, admiradora eterna y enamorada eterna de sus canciones y de su forma de ser» al que debe el disco que la llevará de gira en febrero por Madrid (día 11), Barcelona (18), el festival Viña del Mar de Chile (22) y en marzo en Lima (1), Santiago de Chile (5) para regresar el 24 de junio a Sevilla.

«He amado a Juan Gabriel en todo y para mí ha sido un golpe muy duro porque él me estaba esperando allá. Este disco lo ha hecho él estando yo donde estaba, cuando salí de ese lugar, de cuyo nombre no quiero acordarme, ya me lo dieron: él eligió el título, los temas, la portada, él me lo regaló», ha dicho emocionada quien ha asegurado que «siempre» le llevará en sus canciones.

En «Hasta que se apague el sol» Isabel Pantoja grabó con una orquesta sinfónica, «algo impagable hoy en día desgraciadamente para los artistas» y pone voz a éxitos de Juan Gabriel y a seis temas que escribió para ella.

En uno de ellos interviene su hijo Kiko Rivera, en una fusión de dos géneros que ambos prometen repetir. «La vamos a liar», ha dicho la cantante, a la que Pablo Motos le ha entregado el disco de oro por las ventas de «Hasta que se apague el sol».

Tras recordar persecuciones con paparazzis, una Pantoja aplaudida y jaelada por sus fans ha resumido su filosofía de vida actual: «Hay que reirse, las tristezas vienen solas y para tres días que vamos a vivir... Yo tengo esa filosofía: lo pasado, pasado está, ya no me interesa, quiero estar el mayor tiempo posible sonriendo».

También ha reconocido que en este momento no se le pasa por la cabeza una nueva relación sentimental, poco antes de cantar con 72 músicos dos canciones para las que se vistió con un elegante conjunto rojo.

Isabel Pantoja se ha despedido con agradecimientos a quienes han hecho posible su vuelta a los escenarios y a Pablo Motos por permitirle estar «feliz y relajada» en un programa en el que ha sonreído. «Algo que me hace tanta falta».

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