Mario Vargas Llosa ha roto su silencio. El escritor ha hablado por primera vez de su ruptura con Isabel Preysler y lo ha hecho la noche de este domingo en su regreso a Madrid. «Yo estoy muy bien. Acabo de pasar un día en París», ha asegurado tranquilo a los medios de comunicación que le esperaban en la entrada de la vivienda que tiene cerca de la Puerta del Sol. Respecto a las causas de la separación, ha sido tajante: «Los motivos de la ruptura no existen», ha zanjado. Estas son las primeras palabras del premio Nobel tras confirmarse la ruptura con la socialité.
Fue la propia Isabel la que dio la noticia en la revista ¡Hola! el pasado miércoles: «Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente. No quiero dar ninguna declaración más y agradezco a los amigos y medios de comunicación que nos ayuden en esta decisión». Según informaba la publicación de cabecera de la filipina, hace unas semanas la ahora expareja protagonizó una fuerte pelea por los «celos infundados» de él. Lejos de arreglarlo, Vargas Llosa se fue de la casa para instalarse en su piso, donde ahora le esperaba la prensa.
Según la revista este no había sido el primer desencuentro y por este motivo Preysler decidió acabar con la relación. Según apuntaba la publicación, además de los celos, el desgaste de los ochos años juntos fue otra de las principales causas que llevaron a tomar la drástica decisión. Eso sí, ambas partes quieren resaltar que la separación ha sido de manera amistosa. De este modo, al igual que su hija Tamara Falcó, Isabel se ha despedido del 2022 soltera. Madre e hija decidieron alejarse de la prensa y han pasado la Nochevieja en Miami, donde se encuentran alojadas en casa de Chábeli Iglesias.