Color y calor humano para una de las tardes más frías del año. El Dijous Llarder llenó algunas calles de Palma y de distintos municipios de la Part Forana con alegres desfiles de disfraces con los niños y niñas como protagonistas.
La imaginación y el ingenio se dejaron ver en "ruetas" como la del colegio Santa Mónica, en la que los alumnos más pequeños se transformaron en llamativas señales de tráfico y semáforos, muy bien dirigidos a golpe de pito por los profesores que, en esta ocasión, se disfrazaron de policías locales.
Las calles que rodean el colegio Sagrado Corazón, y el parque de Son Sort, en el barrio de Son Gotleu, son dos más de los escenarios que se sumaron a la fiesta que anuncia el inicio del Carnaval y que alcanza su máxima expresión el fin de semana con la Rueta y la Rua.
En la Part Forana la tradición del Dijous Llarder sigue en plena forma también. Los niños y niñas de los colegios salieron a la calle disfrazados de los personajes más dispares, entre los que abundaban superhéroes y princesas, indios y vaqueros, e incluso de cocineros con sus huevos fritos con sobrasada incluídos, en el caso de Algaida. Una de las ruetas más originales fue la de Son Macià, en la que alumnos y padres aprovecharon para celebrar un desfile reivindicativo, vestidos de obreros y cargando con sus ladrillos para pedir la ansiada nueva escuela para este llogaret de Manacor. Otros municipios que celebraron la el jueves esta pequeña Rueta fueron Andratx, Llucmajor, Muro, Inca, Manacor y Lloseta, entre otros, como preludio de los actos que acontecerán el fin de semana.