La fiesta de Sant Antoni en Mancor de la Vall tiene un claro protagonista, el cuervo Jeroni. Su labor es, como cada año, bajar volando desde el campanario y hacer entrega simbólica del pedazo de pan a los santos Antoni y Pau, recordando un episodio bíblico.
Jeroni, que sustituye desde hace unos años al célebre Rasputín, cumplió con su tradicional labor, recibió la bendición del sacerdorte y fue objeto de las miradas de los cientos de vecinos que disfrutaron de esta particular y curiosa tradición que viene celebrándose desde mediados del siglo XX.