Los vecinos de Alaró se pasaron todo el sábado pasado mirando al cielo. La lluvia que marcó una jornada tan llena de fiestas dio un momento de respiro y finalmente se pudo celebrar el tradicional desfile. Siete carrozas primorosamente adornadas pudieron salir a la calle y competir por alguno de los premios.
Pese al mal tiempo el público fue muy numeroso en algunos momentos del recorrido, lo que salvó el que sin duda es el acto central de unas fiestas tan populares y con tanta participación como las de Alaró.